Durante años, los escépticos hemos señalado que las teorías conspiranóicas no sólo son excentricidades entretenidas con las cuáles mirar con penita a los magufos, sino que son peligrosas porque —como no se cansan de demostrarlo las religiones— cuando las personas actúan con base en sus creencias irracionales, ellas y quienes les rodean suelen terminar viendo su integridad, salud, fuente de ingresos, ahorros, dignidad y hasta sus vidas en peligro.
Pues solo hasta agosto de 2019 el FBI espabiló y advirtió la amenaza que se esconde detrás de las teorías conspiranóicas: