No suelo ir a McDonald's y cuando lo hago me siento mal: la comida sabe a ceniza y siento que le estoy dando mi dinero a una maquinaria del mal. Ya sé que McDonald's no es una religión, pero así me siento.
En todo caso, creo que voy a tener que revisar eso, pues en una genial defensa de la modernidad, desde el ejemplo de McDonald's (que George Ritzer utiliza para atacar a la Razón), Gabriel Andrade hace que tenga que repensar a McDonald's como un efecto secundario y molesto del progreso:
En todo caso, creo que voy a tener que revisar eso, pues en una genial defensa de la modernidad, desde el ejemplo de McDonald's (que George Ritzer utiliza para atacar a la Razón), Gabriel Andrade hace que tenga que repensar a McDonald's como un efecto secundario y molesto del progreso: