Desde 2015, el sex shop Non Sit Peccatum de Talavera de la Reina (España) aprovech las fechas navideñas para poner en vitrina un pesebre —o Belén que llaman en la madre patria— hecho con tres consoladores en cerámica. Este año, el intolerante grupo católico "Hijos de la Virgen María" decidió que el dueño de la tienda no podía hacer con su negocio lo que quisiera, así que empezaron una campaña de boicot al local, donde se vieron obligados a retirar los dildos del escaparate.
Sin embargo, el dueño de Non Sit Peccatum, Héctor Valdivielso, sometió la decisión a voto popular por redes sociales y la respuesta del público fue abrumadoramente positiva — casi el 80% pidió el regreso del pesebre de consoladores, así que Valdivielso los volvió a poner en la vitrina: