En los últimos días se dieron avances científicos importantes que vale la pena resaltar, aún más cuando hay personas que insisten en que hay más caminos hacia el conocimiento además de la ciencia.
Muy bien, relativistas culturales, ¿qué tipos de "conocimientos no científicos" se pueden comparar con estos o nos han brindado más y mejores posibilidades? (Ver el post anterior)
La mentalidad feudal sigue inundando el país. Y no es broma o un juego de palabras. Es así, literal: la mejor explicación a por qué el invierno azota las ciudades y los pueblos del país es porque aquí no se hace nada por evitarlo.
Este país va mal. Siempre. Es su statu quo. Es su estado natural, por eso es Colombia, Banana Republic.
Y de entre todas las cosas que van mal, una de las que encuentro particularmente irritante es que a los colombianos les gusta sentir orgullo por cosas que en cualquier otra parte del mundo no causarían sino vergüenza y renuncias. Aquí, es una especie de mantra verle el lado positivo a todo. ¿Recuerdan el chamán charlatán que fue contratado para el Festival de Teatro y para la posesión de Santos con la promesa de que iba a alejar la lluvia, cuando no pudo evitar ni la inundación de su propia casa?
El chamán charlatán contratado para que alejara las lluvias durante la toma de posesión de Santos y que además estafó a Fanny Mickey en casi todas las versiones del Festival de Teatro sigue siendo noticia en el país (porque ¿quién necesita saber de escándalos de corrupción, o mejor dicho, otros escándalos de corrupción además de este, y del conflicto interno, y de las catástrofes y de los indicadores económicos cuando este tipo pone a todo el país a vivir en El Señor de los Anillos?).
Cuando digo que este país, Colombia, es una pocilga supersticiosa en donde las personas creen que vivimos en el mundo de Zelda o Final Fantasy, lo digo en serio.
Bogotá es una ciudad en donde llueve casi todos los días. De hecho ese es el principal motivo por el que se arruinan los planes y por el que no me entusiasma mucho vivir acá (de hecho, en este preciso instante está lloviendo).