Gracias a Blogger, no había podido seguir escribiendo. Pero después de este hiato semiforzado vuelvo a la carga.
Esta vez voy a hablar de una especie de gigantescas bodegas en las que la policía colombiana confina a todas las personas que no cometen delitos pero que le estorban a esos servidores públicos a los que se les ha subido la autoridad a la cabeza y que los retienen por no más de 36 horas. Dichas bodegas se llaman UPJ ("Unidad Permanente de Justicia") y ante la mínima interpretación de provocación, los ladrones de libertad aprovecharán para meterlo a uno en un camión y llevárselo.
Afortunadamente los chicos de Échele Cabeza y los de Acción Técnica Social han creado un Seguro Anti-UPJ que explica qué puede y que no puede hacer la Policía (inicialmente está dirigido a los consumidores de droga, pero ellos no son los únicos que sufren el abuso de autoridad):
Esta vez voy a hablar de una especie de gigantescas bodegas en las que la policía colombiana confina a todas las personas que no cometen delitos pero que le estorban a esos servidores públicos a los que se les ha subido la autoridad a la cabeza y que los retienen por no más de 36 horas. Dichas bodegas se llaman UPJ ("Unidad Permanente de Justicia") y ante la mínima interpretación de provocación, los ladrones de libertad aprovecharán para meterlo a uno en un camión y llevárselo.
Afortunadamente los chicos de Échele Cabeza y los de Acción Técnica Social han creado un Seguro Anti-UPJ que explica qué puede y que no puede hacer la Policía (inicialmente está dirigido a los consumidores de droga, pero ellos no son los únicos que sufren el abuso de autoridad):