Peter Thiel, el profeta anti-impuestos

Recientemente hubo un matrimonio en mi familia al que asistieron muchos parientes con quienes no me veía desde hacía años. Uno de ellos, con quien comparto una cosmovisión bastante similar, me cuestionó por qué no había asistido a la misa matrimonial: “es en lo que creen los novios, y si los hace felices, ¿por qué no asistir?”. Me preguntó también si acaso dejaría de ir a una boda temática, celebrada con disfraces de Avengers o de Star Wars.

Tal vez no lo haría. Aunque la diferencia entre creer en Thor o en Yoda y creer en Jesucristo radica en algo esencial: no existe un movimiento político que busque modificar las leyes en nombre de Mjölnir, ni campañas para prohibir conductas que ofenderían a Darth Vader.

Mientras el cristianismo —o cualquier otra religión— siga intentando que las leyes de todos se adapten a sus creencias privadas, no veo motivo para tratarlo como una creencia personal, peculiar e inofensiva, en vez de reconocerlo como lo que realmente es: un movimiento político.

Y nadie ilustra mejor ese uso de la religión para hacer política que el multimillonario Peter Thiel, quien se acaba de estrenar como profeta con una serie de charlas sobre el supuesto Anticristo. Curiosamente, según él, el Anticristo será alguien que promueva regulaciones para la industria tecnológica, y le parece normal que los ricos paguen su justa porción de impuestos.

Aunque las charlas eran privadas, alguien filtró una grabación al Washington Post, que reportó lo siguiente:

[...] Los líderes de Silicon Valley han intensificado su lucha contra la regulación de la IA desde la toma de posesión del presidente Donald Trump. Thiel tiene estrechos vínculos con funcionarios de la administración, entre ellos el vicepresidente JD Vance, el asesor científico de la Casa Blanca Michael Kratsios y David Sacks, zar de la IA y las criptomonedas de la Casa Blanca. Como uno de los líderes más influyentes del sector, su esfuerzo por presentar la resistencia a la supervisión del desarrollo tecnológico como una batalla religiosa podría intensificar la cruzada de la industria.

Thiel afirmó en su tercera conferencia, el 29 de septiembre, que solo un argumento religioso podría inspirar la respuesta adecuada a la amenaza de una red cada vez mayor de normas globales, según la grabación.

“Hay muchas razones racionales que puedo dar por las que un estado mundial único es una mala idea: convertiría el planeta en una prisión; creo que los impuestos serían muy altos”, dijo, según la grabación. “Pero creo que si lo separas del contexto bíblico, nunca lo encontrarás lo suficientemente aterrador. Nunca te resistirás de verdad”.

Las conferencias del multimillonario también destacaron por ser una muestra contundente de religiosidad en un sector que históricamente ha sido laico. El cristianismo ha adquirido recientemente una presencia significativa en algunos círculos tecnológicos influyentes, en parte gracias a ACTS 17 Collective, una organización sin ánimo de lucro dedicada a difundir los principios cristianos dentro del sector tecnológico que organizó las conferencias de Thiel.

[...]

Thiel, cuya fortuna asciende a unos 27 000 millones de dólares según el Índice de multimillonarios de Bloomberg, también aprovechó sus conversaciones privadas para criticar las regulaciones financieras. Afirmó que dichas normas eran una señal de que estaba empezando a surgir un gobierno mundial único que podría ser tomado por una figura anticristiana que lo utilizaría para ejercer control sobre las personas.

“Se ha vuelto bastante difícil ocultar el dinero”, dijo Thiel, según las grabaciones. “Se ha construido una increíble maquinaria de tratados fiscales, vigilancia financiera y arquitectura de sanciones”. La riqueza da la “ilusión de poder y autonomía”, añadió Thiel, según las grabaciones, “pero tienes la sensación de que te la pueden quitar en cualquier momento”.

Ohh, nooo… ¡El multimillonario que tiene la vida resuelta sufre de ansiedad! ¡La peor tragedia del mundo!

Resulta curioso que el Washington Post describa a ACTS 17 Collective como una organización sin ánimo de lucro, cuando, literalmente, organizan conferencias para usar el cristianismo como vehículo político con el cuál derogar regulaciones financieras y así permitir que los millonarios paguen aún menos impuestos. Si eso no es ánimo de lucro, no sé qué lo será.

En todo caso, la queja de Thiel tiene un valor inesperado, por dos motivos. Primero, demuestra que la vieja amenaza de que “los ricos se irán del país si les subimos los impuestos” es vacía. Segundo, ayuda a entender por qué hemos visto un resurgimiento del cristianismo como movimiento político global en los últimos años, después de haber estado, hacia 2011, muy cerca de marginarlo culturalmente. Thiel y sus aliados han invertido cantidades indecentes de dinero para revivir el cristianismo y usarlo como herramienta de manipulación, convenciendo a los creyentes de que exigir que los ricos paguen impuestos equivale a seguir a la marca del Anticristo.

El día que la creencia en Superman se utilice para arrastrar al mundo hacia una pesadilla fascista, sólo porque a alguien con la riqueza y mezquindad de Lex Luthor le parece inaceptable darle a la sociedad que le permitió prosperar una pequeña porción de sus ganancias, ese día también dejaré de asistir a nupcias religiosas con temática de Kriptón, poderes solares, Jor-El o la Fortaleza de la Soledad.

Mientras tanto, hay acciones concretas para frenar y obstaculizar el proyecto de Thiel: votar por políticos que aumenten los impuestos a la riqueza y que regulen las multinacionales —en especial las de la mal llamada inteligencia artificial—; seguir promoviendo el pensamiento crítico y la razón, sobre todo frente al cristianismo, y exigir a los funcionarios públicos respeto absoluto por el laicismo (y demandándolos cada vez que no lo hagan).

Al fin y al cabo, eso es lo que llevamos haciendo aquí los últimos quince años. Y aunque Thiel seguramente me colgaría la etiqueta del “anticristo”, lo cierto es que no lo soy. Como tampoco soy Thanos, el General Zod, Megatron ni Freezer.

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Publicado en De Avanzada por David Osorio | ¿Te ha gustado este post? Síguenos o apóyanos en Substack para no perderte las próximas publicaciones