Desde
hace rato dejé de sentirme identificado o atraído por el actuar de
Anonymous. Primero, porque, contrario a lo que afirman, su
software es bastante fácil de rastrear (algo que ellos pueden prevenir con conocimientos que no tiene el usuario promedio, que son todos esos pobres tipos que las policías de todo el mundo meten a la cárcel y dicen que son de
Anonymous).
Y segundo, por la filtración que hubo de toda clase de teorías conspiranóicas en las que buscan apoyo y a las que apoyan, perdiendo cualquier grado de credibilidad.
Aunque no todo podían hacerlo mal, ¿cierto? Pues no.
Anonymous ha
hackeado webs de iglesias y pone en cambio un video de Richard Dawkins. El
reconocimiento que hizo el movimiento de estar detrás de estos
hackeos vino con el siguiente mensaje: