A mediados de 2021 denuncié los tropezones de Atheist Alliance International (AAI), en lo que parecía una mezcla tóxica de corrupción, incompetencia y negligencia en el manejo que la Junta Directiva le había dado a la organización desde 2017, de manera ilegítima. En esa ocasión, cerré el post deseando que AAI pudiera ser rescatada y su antigua gloria restablecida, en vista de que cuenta con estatus de consultor especial en el Consejo de DDHH ante la ONU.
Pues todo parece indicar que quienes dieron el golpe y se apropiaron de AAI en 2017 no están muy interesados en soltar el poder, y dejar que la organización sea renovada de manera democrática. Antier, el grupo de organizaciones ateas de Latinoamérica que hacían parte de AAI se desvincularon de la alianza, mediante una carta profundamente condenatoria: