Hugo Chávez no sabe qué más inventarse. Ni él ni sus lacayos. Junto con las agridulces noticias, ya repetitivas -y por supuesto falsas-, de que sale curado del cáncer de cada sesión de quimoterapia, viene el recurso a la superstición.
Primero se rogó que unieran fuerzas el dios cristiano y los espíritus de la sabana. Cuando ellos se negaron, se encomendó la salud del dictador a los ancestros chamánicos y ahora que estos tampoco quieren la mejoría del tirano, parece que la solución está en los dioses yorubas, Oyá y Shangó:
Primero se rogó que unieran fuerzas el dios cristiano y los espíritus de la sabana. Cuando ellos se negaron, se encomendó la salud del dictador a los ancestros chamánicos y ahora que estos tampoco quieren la mejoría del tirano, parece que la solución está en los dioses yorubas, Oyá y Shangó: