Aquellos que este año han vivido bajo una piedra tal vez no sepan que la psicología está pasando por una crisis de replicación: en resumen, investigaciones recientes han intentado reproducir algunos de los mayores hallazgos psicológicos del siglo pasado, pero los intentos de replicarlos han fracasado, posiblemente porque los estudios originales estaban limitados por estrategias estadísticas, defectos metodológicos, o simplemente sobreinterpretación por investigadores entusiastas que estaban ansiosos de publicar resultados sensacionalistas en un mercado académico que incentiva este comportamiento.
Desde 1989, los puritanos han sustentado sus impulsos censores, recurriendo a un estudio que, supuestamente, encontró que los hombres que veían pornografía reportaban que otras mujeres —especialmente sus esposas— eran menos atractivas, y que estaban menos enamorados de sus esposas después de ver las imágenes pornográficas.
Pues bien, este año se intentó replicar esos hallazgos, sin embargo, no fue posible. El doctor David J. Ley explica: