Una de las estrategias del uribismo ha sido exacerbar el miedo para cosechar votos. La que quizás ha sido la parte más efectiva de esa estrategia es la supuesta amenaza del castrochavismo, a saber, que todo lo que hace el Gobierno es parte de un elaborado plan —¡fraguado hace décadas, además!— para que Colombia siga los pasos de Venezuela y adopte el estalinismo local, mejor conocido como Revolución Bolivariana.
Por si los ecos de macartismo trasnochado mezclados con la absurda idea de que la Historia se repite no fueran suficientes para descartar esta sandez de buenas a primeras, La Silla Vacía —de lejos, la mejor apuesta periodística en Colombia— explica por qué es una teoría conspiranóica y todas las diferencias de contexto geopolítico por las que el camino de Colombia hacia el social-fascismo es tremendamente más intrincado de lo que lo hace parecer la propaganda uribista: