Según la versión oficial, el Óbolo de San Pedro son las donaciones que la Iglesia Católica recibe de todo del mundo para llevar a cabo obras de caridad y ayudar a los pobres y a las comunidades más necesitadas.
Ahora, una investigación del Wall Street Journal encontró que de la totalidad de las donaciones, el Vaticano sólo destina el 10% a la caridad, mientras que utiliza el resto para cubrir su déficit de presupuesto (la noticia del WSJ está tras un muro de pago; aunque ha sido replicada por otros medios, como Forbes y CNBC):