Normalmente, cuando los religionistas hablan de 'libertad' religiosa y de cultos, realmente hacen referencia a poder quebrar la ley en nombre de su superstición — es el más abyecto privilegio religioso. Como esta noción permeó y envenenó nuestra cultura, normalmente estas solicitudes de tratamiento especial pasan desapercibidas cuando se trata del cristianismo.
Afortunadamente, hay multitud de religiones y ya que todas quieren quebrar la ley a su antojo, conocemos casos que nos sirven para poner el privilegio religioso en perspectiva.
Por ejemplo, la secta jainista Digambara en India considera que algunos sus clérigos deben andar desnudos y defecar en público, y solicitan que el gobierno de una provincia les autorice a quebrar la ley en nombre de su creencia: