sábado, 24 de agosto de 2024

Vaticano retoma diplomacia con dictadura de Venezuela



En las últimas semanas, el mundo ha visto cómo Nicolás Maduro se aferra al poder en Venezuela a pesar de que claramente perdió las recientes elecciones presidenciales; los países de la región están buscando la manera de que acepte los resultados y deje de una buena vez que los venezolanos traten de rescatar el país del hoyo en el que lo sumió el chavismo.

El Vaticano, por su parte, envió a un nuevo nuncio (palabra pomposa para decir "embajador") para que le presente sus credenciales al dictador:

El dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, recibió ayer las cartas credenciales de monseñor Alberto Ortega Martín, nuncio apostólico de la Santa Sede designado ante el país caribeño, informó el canal estatal VTV.

Maduro recibió a Ortega en el palacio presidencial de Miraflores -sede del Ejecutivo-, en Caracas, en compañía del canciller Yván Gil y la viceministra de Relaciones Exteriores para Europa, Coromoto Godoy.
Esto no es nada nuevo. Hace unos meses, junto con toda la demás ralea totalitaria del planeta, el papa Francisco felicitó a Vladimir Putin por su 'reelección' amañada en Rusia, y antes de eso la Iglesia Católica ya contaba con todo un largo repertorio de compartir sábanas con dictadores. Es que la Iglesia siente por los dictadores lo que sus sacerdotes sienten por niños inocentes: una tentación irresistible ante la que no tienen empacho en atiborrarse, y que cualquier persona con siquiera un átomo de decencia encontraría repugnante.

En este caso, la Vaticueva salió a decir que la presentación de credenciales del nuncio se había planeado desde mucho antes del evento electoral... lo que sigue sin explicar por qué no suspendieron la presentación una vez se supo que Maduro se robó las elecciones para atornillarse en el poder. El cargo lleva vacío desde 2021, así que la pregunta que tenemos que hacernos es: ¿qué es más probable: que la Iglesia, de repente, tenga un afán por ocupar un cargo que lleva vacío tres años o que sigan con su tradición de apoyar opresores allá donde surjan?

Lo que da más coraje de todo es que, desde hace años, la oposición al régimen ha incorporado el catolicismo a sus campañas — estos supuestos demócratas no tienen ni pajolera idea sobre laicismo, ni mucho menos de respeto a las minorías religiosas. Poco antes de las recientes elecciones que les robaron, los candidatos de oposición Machado y González hicieron una asquerosa exhibición de su fe católica, como si creer sin evidencias fuera algo de lo cuál sentirse orgullosos. Pues el Papa Frank los ha hecho quedar como un cuero.

Además del desplante que significó la presentación de credenciales vaticanas, tenemos motivos para sospechar que el fervor religioso de la oposición está fuera de lugar, porque si los venezolanos realmente quisieran una ideología totalitaria y antidemocrática que adora a un caudillo muerto con delirios de grandeza representado por un tipo incapaz de vestirse normal, Maduro no habría tenido necesidad de robarse las elecciones.

(imagen: Prensa 'Presidencial')

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Publicado en De Avanzada por David Osorio | ¿Te ha gustado este post? Síguenos o apóyanos en Patreon para no perderte las próximas publicaciones

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