Eso no tiene ciencia (nunca antes mejor dicho): la religión.
Conozcan la terrible historia de un joven que fue internado recientemente en el hospital de un médico de urgencias que reside al noroeste del Pacífico.
Resulta que la historia de Abraham e Isaac está todavía muy viva en el siglo 21:
Afortunadamente el joven sobrevivió, porque la operación y el posoperatorio fueron exitosos. Sin embargo, donde eso no hubiera sido así, sabemos que esos dos padres están dispuestos a dejar que su hijo muera, con tal de satisfacer a su amigo imaginario.
De nuevo, ¿cómo es que la religión no es peligrosa?
(visto en Friendly Atheist)
Conozcan la terrible historia de un joven que fue internado recientemente en el hospital de un médico de urgencias que reside al noroeste del Pacífico.
Resulta que la historia de Abraham e Isaac está todavía muy viva en el siglo 21:
Un joven, de edad apenas suficiente para beber, bueno, salió y se emborrachó, como lo hacen los jóvenes. Estuvo involucrado en una algún tipo de disputa relacionada con drogas y se le administró un poco de justicia callejera. Él me llegó bastante mal, de hecho. Tenía heridas de arma blanca en el pecho y el abdomen, así como un corte profundo con hemorragia activa en el brazo izquierdo que se extiendía a lo largo de los músculos deltoides y en la zona 3 del cuello. Los paramédicos informaron de una pérdida de gran cantidad de sangre en la escena, y la herida del brazo todavía sangraba mucho a la llegada.
La reanimación fue muy bien, teniendo en cuenta las lesiones. Fue intubado y se le hizo una toracotomía en un santiamén, y yo cosí esa gran herida del brazo de forma temporal para detener la pérdida de sangre. Pero claramente iba a necesitar llegar al quirófano cuanto antes. Su hematocrito disminuyó drásticamente después de la reanimación con líquidos y él estaba mostrando signos de shock por lo que empezamos a prepararnos para una transfusión.
Fue en ese momento que sus padres aparecieron y nos informaron que el paciente era un testigo de Jehová y no aceptaría productos sanguíneos bajo ninguna circunstancia. Incluso si eso significaba su muerte. Ellos se mostraron inflexibles en este punto, incluso después de que les expliqué que ya no estábamos en territorio hipotético - que sus heridas eran potencialmente mortales y la pérdida de sangre podía ser el factor que le causara la muerte. Ellos se mantuvieron firmes y bien preparados e incluso nos mostraron un pedazo de papel firmado por el paciente, hacía relativamente poco tiempo, negándose expresamente las transfusiones de sangre.
Afortunadamente el joven sobrevivió, porque la operación y el posoperatorio fueron exitosos. Sin embargo, donde eso no hubiera sido así, sabemos que esos dos padres están dispuestos a dejar que su hijo muera, con tal de satisfacer a su amigo imaginario.
De nuevo, ¿cómo es que la religión no es peligrosa?
(visto en Friendly Atheist)
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