viernes, 19 de octubre de 2012

Crónicas del Segundo Caguán (II)

Desde la reunión del Gobierno con terroristas de la vez pasada y esta, hubo eventos que no podemos pasar por alto, por ejemplo los terroristas exigen indulto, amnistía y no extradición, todo ello mientras mienten pública y descaradamente, diciendo ya no secuestran y que dizque nunca han tenido que ver con el narcotráfico.

Por otra parte, 'Timochenko', cabecilla del grupo terrorista cada vez incluye a más y más de sus compinches criminales en su lado de la mesa de negociación.

Y por fin llegó el segundo día de esta farsa.

Y ya empezamos con el pie izquierdo. Además de los obvios implicados en la mesa, también robó cámara el expresidente Álvaro Uribe Vélez, que fue señalado de ser quien "encabeza las críticas a las negociaciones".

Es por ese tipo de propaganda política que consigue gratis el señor Uribe que se hace necesario este espacio, porque todos los demás lugares para el comentario están uribizados (esto es, creen que oponerse a la llamada "solución dialogada" es una postura uribista, y por consiguiente, de derecha; y califican erróneamente a las Farc como de izquierda).

Es importante recordar que durante su dictablanda, el señor Uribe intentó iniciar su propio show mediático con el grupo terrorista (¡vaya mano firme!) y que estos le dijeron que no.

De lo más triste de mi timeline de Facebook ayer, fue ver, precisamente, a personas clamando por Uribe como respuesta a esta legitimación de la impunidad de la que estamos siendo testigos (y, prontamente, seremos víctimas). De hecho, es muy curioso cómo, el señor que se molesta porque las políticas de Santos sean un poquito menos cavernarias que las suyas, liberó a uno de estos delincuentes, porque el presidente de otro país se lo dijo (vaya "defensor de la soberanía").

Así es: el señor Uribe, por petición orden de Sarkozy, liberó a Rodrigo Granda, quien gracias a ese bofetón a la institucionalidad, pudo ir a conocer la península escandinava y lavarle la cara a los terroristas, simulando ser civilizado. ¡Gracias, señor Uribe!

Ahora, volvamos a los protagonistas. En esta ocasión, durante la introducción de la mesa de diálogo, el cabecilla 'Iván Márquez' habló de lo humano y lo divino. Alabó a su ídolo, el violador de derechos humanos Manuel Marulanda Vélez, atacó el "sistema socio-económico del país" (que tantos beneficios le ha reportado a su mafia cocalera), y demandó que fueran ellos quienes dicten la restitución de tierras - ahh, eso sí, no dijo absolutamente nada de las personas que han sido víctimas de las minas antipersona que su ejército privado ha sembrado por todo el territorio nacional.

Por su parte, el negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, dijo que "ni el modelo económico ni la doctrina militar están en discusión". Habría sido un detalle de su parte, y de parte del Gobierno, que fueran tajantes con la siembra de minas antipersona y con el secuestro de civiles y miembros de la Fuerza Pública.

Pero no, nosotros qué importamos - los civiles que se jodan. Es más, el discurso de De la Calle, acerca de que este es un proceso "digno, realista y eficaz" es una burda fabricación política. El representante del Gobierno omite convenientemente que las Farc niegan tener secuestrados y dicen que no delinquen, lo cual son mentiras. ¿Qué tiene eso de realista? Por ignorar esa realidad, no va a dejar de ser cierta.

Sin embargo, la postura oficial del Gobierno es que "las Farc han cumplido sus compromisos". Esto, a pesar de que el oficialismo exige la dejación de las armas y todo lo que han vomitado 'Márquez' y los demás capos, es que no dejarán las armas y que creen que la paz puede coexistir con grupos alzados en armas. (Son terroristas - carecen de facultades intelectuales.)

Me asombra el 'realismo' del proceso, sobre todo, cuando De la Calle afirma que el Gobierno no será rehén del mismo. La condición era que a la primera de cambio, se levantaban de la mesa, sin pestañear, sin pensárselo dos veces - honestidad o plomo. Sin embargo, a pesar de las flagrantes mentiras de las Farc, los representantes de los colombianos se ven muy cómodos ahí, calentando silla.

Creo que eso resume más o menos la jornada de esta vez.

Idiotas útiles para la ocasión:



De hecho, se equivoca. Hemos insistido más de 10 veces. Otra cosa es que la gente no quiera entender que negociar con terroristas no funciona.



Es que ya estamos negociando con la extrema derecha. Una multinacional que no considera salarios mínimos y no paga impuestos -como el lucrativo negocio narcotraficante de las Farc- es el sueño mojado de la extrema derecha, al igual que lo es usar a las mujeres como objetos sexuales y poder instaurar la pena de muerte y el porte de armas... ellos son la extrema derecha, económica y social.



La esperanza es ingenua cuando no se basa en el conocimiento adquirido. Y lo que conocemos, gracias a la experiencia, es que no sirve negociar con terroristas (a no ser, que lo que uno quiera sea darles espacio a que se oxigenen, reagrupen, reabastezcan y ganen terreno que ya habían perdido).

Así que sí es una esperanza ingenua; tan ingenua que raya en lo estúpido.



Yo también lo preferiría. Pero eso no es lo que pasa: ellos hacen las dos, al tiempo. Y su "combate con ideas", es sucio, mentiroso, tramposo y amañado.



Y bueno, ¿cómo va a hacer él para que las Farc dejen de sembrar minas antipersona? ¡Eyy, está en usted, adelante, vaya!

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