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El diario El Tiempo publica una nota de la psicóloga de familia María Elena López que pretende establecer una guía con claves para hablarle de espiritualidad a los hijos. De no ser porque hay gente que se cree esto, el artículo sería un completo desperdicio.
El texto empieza supremamente mal, con este subtítulo:
Yo me imagino que "Vida de Hoy", "Aprenda a Vivir" y demás secciones por el estilo de los medios de comunicación son como cuartos iluminados con velas, lejos de la planta de redacción, llenas de cojines y puffs, de vez en cuando hamacas y colchonetas y siempre están habitados por el editor de esa sección: un periodista disfrazado de chamán que siempre habla con voz pausada y es un maestro para reverenciar las más absurdas de las creencias y las supersticiones.
¿Y qué más voy a poder pensar si gran parte de las cosas que publican en esas secciones deja mucho que desear? De no ser porque he visitado las salas de redacción y no me he encontrado con ningún salón así, esa sería la imagen mental que tendría de esos sitios.
Para la muestra, esta vez El Tiempo se consiguió a Ximena Duque, coach holística -lo que sea que eso signifique-, para que exponga cómo vivir la Semana Santa a plenitud:
El cuerpo y la mente no distinguen entre miércoles o domingo; eso es un paradigma que le metimos a nuestra cabeza.
Si lo metimos en nuestra cabeza, ¿cómo es que la mente no va a hacer la distinción?
Somos cuerpo físico, mental y espiritual, y hay que darles a todos un equilibrio.
Ningún "cuerpo físico, mental y espiritual". ¿Dónde está ese espíritu? ¿Hay acaso pruebas de él? No, no las hay.
Meditación para todos
1 .En su casa
Una sus manos a la altura del corazón, con las palmas juntas y los pulgares hacia el techo. Cierre sus ojos y ponga en blanco su mente.
Invoque a Dios, a los ángeles, a la virgen o a los seres de luz. Siga sus creencias. Sea consciente de que se va a unir a ellos y de que ellos son energía divina. Respire en la forma indicada y haga el 'om' (mental o verbalmente), que le ayuda a concentrarse con su parte espiritual. Comience a meditar.
¿Siga sus creencias? Ya entiendo la parte de 'holístico'. Es algo así como el ecumenismo: todos bienvenidos siempre y cuando tengan un dictador celestial.
Esta persona no puede en serio pretender que alguien se va a unir a dios y que alguien más se va a unir a los seres de luz. A diferencia de su holística visión, a mí no me importa decirles que no todos pueden tener la razón. Errar es humano. Lamento magullarles el ego, pero eso pasa. No siempre se puede tener la razón. Ooops, sorry. O se cree en algo y eso es falso o se cree en algo y eso es verdadero. ¡No todos pueden estar acertados!
Y por supuesto no faltaba la palabra clave: ¡energía! ¿La han medido? ¿Se ha constatado su existencia? No y no.
Así que esta es sólo la infundada solución de una charlatana para hacer sentir mejor a aquellos lectores del diario que resulten ser unos pusilánimes emocionales. ¡¡Unirse con dios!! ¡Ja! Las supersticiones organizadas siguen siendo muy claras al respecto. La única manera de lograr esto es suicidándose.
Ya les diré yo cómo vivir la Semana de Pasión a plenitud. Son sólo un par de ideas, pero juntas forman el mejor plan para esta época: sexo desenfrenado y comer carne roja todos los días. ¡Qué bien se siente pecar! Es que hasta estuve a punto de decir que "pecar es el alimento más nutritivo para el alma" -si entienden a lo que me refiero-.
Está bien. No voy a discriminar. Si eres un sacerdote, también te diré cómo creo yo que puedes vivir una Semana Santa a plenitud: no te acerques a ningún monaguillo por esta Semana. Considéralo el ayuno.
Esta es una columna de Benjamin Beit-Hallahmi que apareció el Lunes 11 de Abril en The Guardian y considero digna de reproducir:
Un siglo de investigación ha puesto de manifiesto que los ateos tienden a ser personas cultas, y que los científicos de primera línea son especialmente descreídos.
La pregunta es: ¿Qué puede decir la ciencia sobre el ateísmo?
¿Qué podemos decir acerca de las personas que son ateas o agnósticas, los que no comparten la tendencia común a creer en el mundo de los espíritus y en algunos espíritus que son mayores que los demás y controlan nuestros destinos? Un siglo de investigaciones nos puede servir de guía.
Los que no están afiliados a ninguna religión ha resultado que son personas más jóvenes, en su mayoría varones, con niveles de educación y de renta superior, más de izquierda, pero también menos felices y más alienados de la sociedad más amplia. Estos son hallazgos hechos en EEUU, Australia y Canadá.
Algunos ateos se han criado sin educación religiosa; otros han decidido rechazar lo que se les había enseñado en la infancia. Los que proceden de hogares religiosos y han abandonado la religión han tenido unas relaciones más distantes con sus padres, y son más intelectuales.
La irreligiosidad está correlacionada con una tendencia política más de izquierda, y con el hecho de tener menos prejuicios.
Los estudiantes radicales que formaban parte del Free Speech Movement ("Movimiento Libertad de Expresión") en la Universidad de California, en Berkeley, en 1964 (que dio lugar a las revueltas de los 60 en los campus americanos) tenían mayor probabilidad de proceder de familias identificadas como judías, agnósticas o ateas.
Hace ya tiempo que se demostró que es falso que los ateos sean más inmorales o menos honrados. Los estudios que se han centrado en la disposición a ayudar a los demás, o en la honradez, pusieron de manifiesto que los que destacan son los ateos, no los creyentes. Cuando se trata de violencia y de delitos, se ha comprobado, desde que comenzó la criminología, y a partir de datos sobre la adscripción religiosa de los delincuentes, que las personas no creyentes y no adscritas a ninguna confesión tienen una tasa de delincuencia inferior.
Comenzando en el año 1925, LM Terman y sus colegas estudiaron a 1.528 jóvenes brillantes de California, que tenían un CI superior a 140 y unos 12 años. Se hizo un seguimiento de por vida de miembros de este grupo, y todos ellos resultaron ser no creyentes. Los estudios sobre la religiosidad de los científicos y académicos han mostrado que éstos tienen bajos niveles de religiosidad, y que entre ellos prevalece el ateísmo. Además, los científicos más eminentes son menos religiosos que los demás.
En los años 90 se repitieron los estudios que se habían llevado a cabo en 1914 y en 1933 sobre científicos en ejercicio y científicos eminentes. En primer lugar, una muestra aleatoria extraída de American Men and Women of Science (Hombres y Mujeres Científicos de EEUU) mostró que el 60% eran no creyentes. Luego se envío un cuestionario a 517 miembros de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU, concretamente a biólogos, matemáticos, físicos y astrónomos. Muchos miembros de la Academia Nacional de Ciencias son premios Nobel. Respondieron al cuestionario algo más de la mitad.
Los resultados pusieron de manifiesto que el porcentaje de quienes creen en un dios personal representaba, entre los científicos más eminentes, un 27,7% en 1914, un 15% en 1933 y un 7% en 1998. La creencia en la inmortalidad personal era algo superior: el 35,2% en 1914, el 18% en 1933 y el 7,9% en 1998.
Estos hallazgos muestran, en primer lugar, que entre los científicos de primera fila, el proceso de apartarse de la religión ha ido a más, y en segundo lugar, que en EEUU, los científicos más eminentes, entre quienes sólo el 7% cree en un dios personal, van contra corriente de la población general, pues aquí el porcentaje correspondiente es de aproximadamente el 90%.
Podemos concluir que el ateo típico en la sociedad occidental es una persona que tiene mayor probabilidad de ser varón y de educación superior.
¿Se puede hablar de una personalidad atea? Se puede ofrecer un perfil psicológico provisional. Podemos afirmar que los ateos resultan ser menos autoritarios y sugestionables, menos dogmáticos, con menos prejuicios, más tolerantes hacia las demás personas, respetuosos de la Ley, más caritativos, concienzudos y cultos. Son inteligentes, y muchos se dedican a una vida intelectual y académica.
Aunque en general me parece una descripción positiva -y acertada-, creo que tendremos que trabajar más fuertemente en la felicidad. Yo no sé mis colegas ateos, pero lo que soy yo, a pesar de entender que el mundo a veces puede ser una completa porquería, no estoy dispuesto a dejar de disfrutar mi vida por ello. ¡Es la única que tengo! ¿por qué habría de amargármela? Ni que fuera a irme a una especie de Disneylandia celestial post-mórtem por eso.
Después de leer y sorprenderme con las respuestas de la decana de la facultad de Ciencias de la Educación de la UNAD, me dí una vuelta por la página web de esa universidad y me encontré con esto.
Resulta que la Universidad Nacional Abierta y a Distancia ofrece una Licenciatura en Etnoeducación:
Esta propuesta educativa se fundamenta en la investigación sociocultural, en la pedagogía, en el análisis crítico y permanente de los problemas reales de cada pueblo o etnia, entendiendo la Etnoeducación como un proceso vital en la formación integral y continua de los grupos, enmarcada dentro del ambiente social y cultural como fundamento de la conservación, crecimiento, transmisión de valores culturales, de normas y cosmovisiones entendidas como pilares de la identidad de los diversos pueblos y de Colombia como país multicultural y pluriétnico.
¿Cómo? ¿Quieren darle cabida a la transmisión de valores culturales? ¿Y si estos valores incluyen la inferioridad de la mujer, el maltrato infantil, la esclavitud, la homofobia, el racismo, los castigos crueles e inhumanos, la tortura, la intolerancia o la pena de muerte? ¿En qué se equivocan las declaraciones de derechos humanos para que se prefiera darle este arbitrario estatus privilegiado a los valores de cada cultura en vez de a los consagrados para todos los seres humanos? ¿Es que no hemos aprendido que los valores culturales se prestan para las más aberrantes y monstruosas doctrinas de discriminación?
Objetivos:
Formar profesionales con capacidad de comprender las condiciones socioculturales y educativas del contexto donde se desenvuelven, con el propósito de aportar a la construcción de un nuevo modelo de sociedad y de individuos con capacidades de establecer relaciones interculturales y multiculturales en una sociedad globalizante, potenciando el redescubrimiento de su identidad, la resolución de conflictos, la valoración de las particularidades étnicas y de la sociedad en general en el marco del desarrollo comunitario.
Más patrañas de relativismo cultural.
Seguí investigando sobre la dichosa etnoeducación y esto es lo que encontré en el Banco de la República:
La etnoeducación debe ser el reconocimiento a los afrocolombianos e indígenas del derecho a una educación integral que enaltezca su identidad étnico cultural, garantice un servicio educativo eficiente, proporcione los conocimientos para comprender la realidad comunitaria, nacional y mundial, capacite en el manejo de la técnica y la ciencia, y prepare a la juventud para saber y poder aprovechar y explotar racionalmente sus recursos naturales y económicos, dignificando sus condiciones de desarrollo humano.
La etnoeducación debe ser una estrategia que posibilite al gobierno la prestación de la atención especial que urgen las etnias afrocolombianas e indígenas para la eliminación del racismo y la discriminación que afrontan de parte de la etnia 'blanca' (hispano indígena) dominante.
En principio suena a que todo es color de rosas. Que viva el mestizaje y que las personas no seamos juzgadas por nuestro color de piel ni lugar de nacimiento.
Sin embargo, más adelante muestra su verdadero rostro:
¿POR QUE DEBEMOS IMPLEMENTAR LA ETNOEDUCACION AFROCOLOMBIANA?
...
2. Porque los colombianos tenemos que destruir el racismo, el etnocentrismo blanco y la discriminación racial, que sembraron en nosotros los colonizadores europeos y que luego se han reproducido, de generación en generación, en la conciencia individual y colectiva, a través de las relaciones sociales cotidianas, la educación, la cultura dominante y los contenidos de los medios de comunicacion.
Este tipo de afirmaciones ya me tienen harto. El etnocentrismo ni de lejos es lo mismo que la discriminación racial o el racismo. Son distintos y confundirlos y mezclarlos deliberadamente es un acto de alta traición intelectual.
Además hay una razón de peso para que seamos eurocentristas: ellos, los europeos, han sido los que más cerca han estado de perfeccionar y poner en práctica la igualdad social y el desarrollo sostenible respetando los derechos humanos y promoviendo la diversidad (supongo que podemos agradecerle a las prácticas free-rider de algunos inmigrantes que ese proyecto no haya llegado a feliz fruición). ¿Por qué alguien querría instruir a las comunidades indígenas y afrocolombianas de manera diferente?
¿No es eso buscar ellos mismos la discriminación? Los estamos tratando como iguales, les enseñamos la Ciencia que a todos los demás, les ofrecemos las mismas oportunidades que al resto de colombianos (que dicho sea de paso, no son muchas) y... ¿quieren distinguirse y diferenciarse? ¿Que no es eso una fórmula contraria al mestizaje y la integración cultural y étnica?
¡Que viva el mestizaje y muera el multiculturalismo!
Leo en El Espectador la entrevista que le hacen a Antonia Agreda, indígena doctorada en el país y actual decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD).
Algunas de sus respuestas me sorprenden:
¿Cuál es el mayor objetivo de la etnoeducación?
Garantizar una educación más acorde con la realidad cultural y lingüística de los grupos étnicos del país. Es el avance en la construcción de nuevos conocimiento basados en el diálogo de saberes.
Sólo hay un conocimiento, que se construye a través del método científico. Por más condimentos culturales que traten de imponerle, el conocimiento y el saber no dependen de la etnia tal o cual.
¿Qué tan poderosa puede ser la medicina ancestral?
La medicina ancestral tiene varios niveles, su poder está en la gran posibilidad que tiene en la armonización del cuerpo, la mente y el espíritu.
Una persona que está a cargo de una facultad de una universidad no debería hablar así. La respuesta correcta corta es esta: "no se sabrá hasta que no se hagan los correspondientes experimentos científicos que avalen o no su poder. Hasta entonces no es acertado llamarla medicina".
Su mejor experiencia espiritual.
Dos momentos: cuando inicié en el Putumayo con mi Taita Mayor cofán la toma de yagé y cuando conocí la historia mexicana de la Virgen de Guadalupe.
¿Está admitiendo que es una consumidora activa y constante de una droga psicoactiva que desestabiliza el sistema nervioso central?
Religión y drogas. Solas, son poco recomendables. Mezclarlas me parece una de las peores ideas que pueda pasar por la cabeza de alguien.
Ya no sólo fue el ignorante alcalde de un perdido pueblo del Magdalena.
Resulta que Cali también va extralimitar a su fuerza pública en pro de las celebraciones católicas de la Pascua:
La secretaria de Gobierno de Cali, Eliana Salamanca, dijo que por Decreto Municipal se prohibió el consumo y/o ingesta de bebidas embriagantes y sustancias sicotóxicas y/o alucinógenas en la vía pública durante el recorrido y trayecto de las peregrinaciones. Lo mismo aplica para el expendio de bebidas embriagantes en un radio de 200 metros alrededor del recorrido.
Por ley los ciudadanos no podemos consumir alcohol ni drogas en la calle. Hasta ahí no hay problema. ¿Pero la venta de licor en los 200 metros de radio alrededor del recorrido?
Eso no es función de las autoridades distritales ni de la policía. ¿Tienen que movilizarse doscientos metros los caleños que no se creen la superstición católica y se encuentran al borde de la procesión, para poderse tomar una refrescante cerveza?
A ver con qué otras sandeces salen los ilustres servidores públicos de Colombia, la Banana Republic, en esta semana.
Supongo que lo primero que tengo que decir es que yo no veo televisión. La televisión, me sirve para jugar PlayStation, ver películas -en DVD o VHS- y para conciliar el sueño. No más.
No soporto los comerciales ni mucho menos los recortes que en la televisión nacional le hacen a los momentos clímax de las películas, ni la publicidad invasiva con banners semitransparentes que ocupan la mitad de la pantalla durante los programas y ciertamente soy muy crítico de los contenidos, en especial de los de la televisión nacional.
Me siento en la obligación de advertir que tengo una especie de práctica o pasantía en un canal de televisión nacional, en la que califico una pequeña porción de los productos que van a salir al aire en el futuro. Aporto mi granito de arena para hacer de la televisión nacional algo mejor.
No obstante suelo estar en contra de las constantes críticas que otros hacen de la televisión.
Esto es por una sencilla razón: mis críticas son en cuanto a narrativas y políticas de transmisión.
Tengo muy claro que la televisión es un medio de comunicación cuya única función es entretener. No es enseñar, no es educar, no es transmitir valores, ni nada parecido. Por eso considero que la gran mayoría de críticas que le hacen a la televisión son infundadas.
La más frecuente es esa queja de que representa mal al país, que le da mala imagen ante el mundo, que nos hace quedar como un país del tercer mundo. ¿Acaso está diciendo mentiras? Las narconovelas, por poner un ejemplo casi al azar, son relatos -de ficción, eso sí- que narran una parte de la realidad colombiana. Yo me preocuparía mucho más por cambiar la realidad del país antes de empezar a exportar una mejor imagen.
Pero este artículo es sobre la segunda queja más frecuente que dice que la televisión -entre otras- está implantando una serie de estereotipos de belleza que deben ser combatidos. ¿Habrá una utilización más absurda y falaz del feminismo? (De hecho, sí la hay). Yo estoy de acuerdo con que las mujeres tengan igualdad de derechos e igualdad de oportunidades.
Pero eso es una cosa y otra muy distinta es que alguien nos haya escrito a fuego en el cerebro cuál es el ideal de belleza que nos debe gustar y que debemos perseguir.
(Comentario al margen: otra idea falsa es que se tiende a confundir el gusto físico con el romance. No son el mismo interés y no se deberían confundir. Antes, deben estar debidamente diferenciados. Pero sigamos...)
También hemos visto a hombres musculosos y con perfectos six-packs en las pantallas de televisión y no abundan los reclamos de los hombres por la utilización de un modelo que no todos pueden alcanzar.
Verse bien es todo un arte. Como seres humanos estamos en nuestro derecho a querer vernos como mejor nos sintamos con nosotros mismos y tener la apariencia que mejor esté en sintonía con nuestro ser. Es lo más natural del mundo.
Además, hay una poderosa razón biológica detrás: la evolución nos dotó con un cerebro que busca principalmente la preservación de la especie (y del código genético particular) y eso se traduce en la reproducción, lo que hace que la apariencia tome gran relevancia a la hora de las relaciones sociales y sexuales (en la gran mayoría de interacciones sociales, el primer contacto con el otro es el contacto visual).
No es como si las personas decidiéramos voluntaria o inducidamente lo que nos gusta. Las mujeres no saben por qué les gustan los tipos malos, mujeriegos, los famosos, los que tienen poder (respuesta: porque todos esos son indicadores de que le puede garantizar a su descendencia seguridad y estatus que a nivel subconsciente ellas relacionan con buenos genes, genes de supervivencia). Por nuestra parte, nos sentimos atraídos hacia las mujeres con curvas tendientes al estereotipo 90-60-90 porque esas medidas las relacionamos a nivel subconsciente con fertilidad. Y a nivel subconsciente, queremos estar con una mujer capaz de darnos hijos sanos, que puedan prolongar en el tiempo nuestro código genético (de hecho eso sólo funciona con el sexo. Para que queramos quedarnos con ella, entran a jugar otra serie de factores).
Por eso me molestan de una manera no normal los diálogos tanto de películas como de series en que a alguno de los personajes le preguntan qué es eso tan especial que ve en su amado o amada. ¡No ve nada particular! Todo son una serie de reacciones a nivel subconsciente sobre información que se recaba también de manera inconsciente. Por lo tanto nadie tiene esa información a nivel consciente ni puede decidir enamorarse de alguien más. No existe tal cosa como la decisión voluntaria, ni mucho menos racional, de elegir quién nos gusta (como tampoco existe la seducción racional o por vía de los argumentos. Probar que uno es el mejor partido se hace en el terreno de las emociones).
Sin embargo, todos los días surgen movimientos en defensa de la belleza común o de la mujer común y corriente, o de la belleza natural que no cumple con los cánones estéticos de la industria, aparecen enemigos de las cirugías plásticas y se implanta todo un discurso en contra de los más básicos y naturales impulsos humanos que la industria, eso sí, ha sabido explotar.
Por supuesto esos cánones de belleza varían. Ya me imagino a los que hoy atacan el modelo actual, defendiéndolo ante los pintores del Renacimiento, explicándoles que también las mujeres de caderas flacas y de senos grandes debían ocupar un espacio en sus cuadros, junto con su Fornarina o su Venus.
Es por eso que encuentro ridículas y sin sentido las campañas como esa de Dove, por la belleza natural.
Hace bien Dove en lanzar la campaña "for real beauty". Ya empezamos a caer en la cuenta de que el artificio de la belleza real tiene mucho de parquedad, de simplicidad, de sinceridad. Sobre todo, cuando los modelos que aparecen en las pantallas no tienen nada de admirable ni amable detrás: son estricta atracción fantasmagórica de puros deseos ideales.
Yo no me atrevería a descalificar intelectualmente a alguien por el simple hecho de que su presentación estética sea agradable al ojo.
Por otra parte: por supuesto que hay una atracción de deseos ideales. ¡Ese es el negocio de la televisión, entretener!
Que haya niñas y niños formando su autoestima conforme lo que ven en la televisión, es un problema de los padres y de la sociedad porque permiten que los estereotipos se vuelvan paradigmas y no se toman el tiempo y la molestia de explicarle a los críos que la televisión sólo es un reflejo incompleto de la realidad, y que en vez de tomarla como modelo a seguir es necesario definirse como persona e individuo por fuera de los parámetros establecidos por las industrias culturales.
(Otra pregunta que tengo es: ¿por qué se prefiere que los niños vean más escenas de violencia y menos de sexo? ¿No parece más recomendable promover que sepan cómo reproducir la vida en vez de cómo terminarla?)
Así que el problema radica en los padres y la sociedad. No en la televisión, que con todo lo que pueda evolucionar, siempre se va a quedar corta a la hora de representar la realidad, que es la primera razón por la que nadie debería tomar sus representaciones como modelos a seguir y también deberían dejar de lado esa falsa noción de que los mensajes de la televisión manipulan. Lo que se ve en la televisión es una consecuencia, no una causa.
Es entonces cuando me cruzo con esta denuncia llamada El Cuerpo de las Mujeres, llevada a cabo en Italia, en donde hacen unas mezclas no muy aconsejables. Su video está traducido a varios idiomas, incluido el español.
Hay cosas que comparto de la denuncia (las mujeres en efecto se están dejando humillar cuando se meten debajo de una mesa de plexiglass), pero no lo hago en su totalidad y eso es principalmente porque se basan en la acusación políticamente correcta de que la televisión promueve cánones estéticos que destruyen la autoestima de las personas.
Le llaman "dictadura de los cuerpos perfectos" pero yo creo que es más bien la democracia de los cuerpos perfectos: son los cuerpos que la mayoría pide y que en consecuencia pueden generar más rating.
Por n-ésima vez: la televisión está para entretener. Eso sólo va a cambiar el día en que el rating responda a la voracidad intelectual de la mayoría de los televidentes en vez de tener exigencias tan fáciles de satisfacer que no superan la excitación de los sentidos y de las pasiones. Quien sube o baja el estándar de calidad son los mismos televidentes. La industria sólo está respondiendo a la demanda. No es más.
Faltan menos de diez días para que empiecen la serie de debates sobre el Estado Laico y me sorprende sobremanera que algunas personas simplemente no entiendan que el Estado no debe financiar ni promover ningún tipo de superstición, mucho menos la religiosa.
Una de estas personas es Alberto José Puerta, alcalde de El Banco, Magdalena:
Un alcalde del país prohibió el consumo de licor los días jueves y viernes Santos para propiciar el recogimiento y la devoción en las familias, al tiempo que criticó a las ciudades que viven "una parranda santa".
La decisión, que incluye un receso laboral durante toda la semana, fue comunicada en un decreto expedido por Alberto José Puerta, alcalde del municipio de El Banco, Magdalena.
"Con esta medida pretendemos propiciar el respeto por una tradición de suma importancia. Todos los banqueños debemos emplear esta fecha para reflexionar y acercarnos a Dios", precisó Puerta citado en la página web del municipio, al que se le conoce como "Ciudad imperio de la cumbia".
En diálogo con RCN La Radio, el funcionario criticó que ciudades como Santa Marta, la capital del Magdalena, "viva por estos días 'una parranda santa', en contravía de los principios religiosos".
Sería buena idea que el concejo municipal y la Procuraduría iniciaran investigaciones para sancionar disciplinariamente a Puerta y que incluso lo destituyan e inhabiliten.
Esta es la perfecta alternativa a TransMilenio y el monopolio que se está gestando con la creación del Sistema Integrado de Transporte Público.
Skybus es un nuevo modelo de negocio de buses a la carta.
Y ¿cómo funciona?
El sistema se basa en una plataforma online a través de la cual los usuarios piden los servicios para ir de un punto a otro de la ciudad y una flota de microbuses que adaptan sus rutas en tiempo real en función de la demanda de los pasajeros. De este modo se consigue la flexibilidad de un taxi, lo económico de un autobús y la reducción de las emisiones de CO2 gracias al menor uso del coche.
Ellos mismos se definen como "un nuevo servicio de transporte urbano, colectivo y privado que funciona bajo demanda".
Para mí, suena ideal.
También conocido como "reduccionismo científico" es un término que me han querido aplicar desde hace algún tiempo.
Creo haber encontrado una valiosa explicación en el blog de Jerry Coyne, Why Evolution is True (también tiene un libro llamado así), que reproduzco a continuación:
Se aproxima un ciclo de debates sobre el Estado Laico.
En Twitter, el tema está siendo seguido con hashtag #EstadoLaico
El primer debate será en mi Universidad:
El próximo 28 de abril se llevará a cabo, en el salón D-200, de la Universidad Externado de Colombia el primer debate del ciclo titulado: "¿Cómo surge y por qué se hace necesario un Estado Laico?". La ponencia central del evento estará a cargo del Doctor Edgardo Maya Villazón, Ex- procurador General de la Nación.
El panel lo completan: Ligia Galvis, abogada y Doctora en Derecho y Filosofía; Alberto Múnera, sacerdote Jesuita y Director del Instituto Pensar; y Ricardo Arias, historiador y docente de la Universidad de los Andes.
¿Qué significa el Estado Laico? ¿Cuáles son sus orígenes y fundamento? ¿Cómo se manifiesta en el mundo contemporáneo y en qué se diferencia de otros tipos de Estado? Son las preguntas que se buscarán responder en este panel, que contará con la participación de expertos académicos y profesionales en el campo de la Teología, Historia y Filosofía.
Entrada Libre
Fecha: 28 de abril de 2011
Lugar: Salón D-200
Hora: 4:00 – 6:00 p.m.
Me molesta que como representante de la superstición organizada sólo inviten a un cura. ¿Qué pasa con las otras religiones? ¿Que no tienen derecho a ser debidamente representadas?
El segundo debate será en la Universidad Jorge Tadeo Lozano (se llevará a cabo el 18 de Mayo y se estará respondiendo a la pregunta sobre ¿Cómo garantizar la separación entre el Estado y las iglesias?) y el tercer debate será en la Universidad Nacional (será el 11 de Junio y versará sobre la cuestión de ¿Por qué garantizar el derecho a la igualdad y a las libertades religosas?).
Hace rato tuve un encontronazo vía e-mail con un creyente que aseguraba que los ateos cometemos delitos debido a nuestro ateísmo.
Como parte de sus argumentos señalaba que los comunistas soviéticos también habían juzgado a los homosexuales precisamente por eso y que por ende la homofobia no era patrimonio exclusivo de la religión.
Por supuesto, este tipo estaba meando fuera del tiesto. El comunismo no es ateo. El comunismo es una religión de Estado. Del ateísmo no se desprende sino la no creencia en dictadores celestiales y suele venir acompañado por una colección de modernos valores fuertes en contraposición con la obsoleta moral religiosa.
Me acordé del caso cuando leí sobre la manifestación que los homosexuales están llevando a cabo esta semana en contra del discurso homófobo de la Iglesia Católica. Junto con la manifestación hicieron un comunicado. Yo defiendo los derechos de los gays, pero aquí me veo en la obligación de corregirles la plana:
¡La homofobia no es cristiana! Insinuar que no tenemos la capacidad de amar y cuidar a nuestros hijos es una manifestación homofóbica ya que el mensaje de la Iglesia hace una descalificación y nos considera NO aptos, mensaje que no debería permitirse una iglesia que fue fundada con el mensaje de amor al prójimo.
¡Ahí es donde se equivocan! La homofobia sí es cristiana (mejor dicho, religiosa). Es un prejuicio que, como buenos cristianos, los nazis pusieron en práctica y condenaron a muchas personas cuyo único delito era haber encontrado el amor de su vida en alguien de su mismo sexo.
La URSS también los persiguió, en vista de que ese prejuicio había calado hondo en la sociedad soviética, obvia influencia de las religiones previas a la instauración del régimen comunista.
La homofobia sí es cristiana. La Iglesia Católica, lejos de ser fundada en el amor al prójimo, está fundada en el odio al cuerpo y a las libertades, la imposición de ridiculeces, la instauración de un mentiroso encubridor de pederastas como máxima autoridad y la persecución de los que pensamos diferente. Eso difícilmente califica como amor al prójimo.
Sigamos con el comunicado:
3. Estamos en una acción permanente para que se respeten nuestros derechos y NUESTRAS FAMILIAS. Nos duele que desde la iglesia, o la sociedad, se promueva la duda acerca de nuestra capacidad de amar y cuidar a nuestros hijos e hijas. Por eso no aceptamos descalificaciones o insinuaciones, sin importar de qué institución o persona provenga, acerca de los supuestos riesgos que corren nuestros hijos por ser criados en hogares homosexuales.
4. Contrario a la información sin fundamento del comunicado del episcopado, SÍ existen estudios que demuestra la no afectación y que lo afirman sin ninguna duda. Conceptos, incluso, de universidades católicas, como la Javeriana en Bogotá, así los confirman. Invitamos a que utilicen argumentos veraces y fundamentados, no más afirmaciones temerarias fundadas en el prejuicio.
¿Es que acaso no recuerdan a la Iglesia Católica condenando a Galileo? La Iglesia siempre se ha opuesto a la libre investigación científica por obvias razones: les desmontan el mito.
Ese castillo de naipes construido sobre una cadena de mentiras, cada una más absurda e increíble que la anterior se ve amenazado cada vez que se hace un descubrimiento o avance científico. Lo de ellos es la intolerancia y el prejuicio.
5. Los Derechos Humanos no los pueden definir las mayorías, si así fuera seguramente la esclavitud sería un principio constitucional, las mujeres seguirían sin acceso a la educación y las únicas uniones válidas y que generarían derechos civiles (tanto para las parejas como para los hijos) serían las surgidas del matrimonio católico, como ocurría en Colombia hasta antes del 1991.
Una vez más: ¿es que a ustedes no les dieron clase de Historia? La esclavitud es promovida activamente en la Biblia, la Iglesia siempre ha odiado a las mujeres y siempre se opuso a que fueran educadas. También se ha opuesto sistemáticamente a todas las demás opciones de conformación de familia que se salen de lo previsto por su estrechez mental y miopía ideológica. ¿Aún así se quieren seguir llamando católicos?
Aunque si no entiendo cómo hay mujeres que se siguen llamando católicas -de hecho, de cualquiera de las grandes religiones-, menos voy a entender a un grupo de personas que quieren vivir libremente su sexualidad y a la vez pertenecer a una superstición medieval que les dice cómo vivir su sexualidad mediante unas reglas que sólo sirven para una competencia de insensatez e intolerancia.
6. Colombia es un estado confesional o laico, la iglesia católica interfiere indebidamente y usa su poder para presionar las decisiones del Estado colombiano y esta es otra forma de corrupción y abuso de privilegios. El estado colombiano debe representar a todos y todas NO SOLO a la inmensa mayoría.
Grupo de mamás lesbianas
Mesa de Trabajo LGBT de Bogotá.
Colombia es un Estado laico, no confesional. Es distinto. De hecho, es todo lo contrario a ser confesional. Siguiendo ese orden de ideas que anotan en el último punto, deberían plantearse apoyar la legalización del aborto. En fin.
Estudio periodismo. Me paso gran parte del día entre comunicadores y periodistas. La mayoría de mis actividades tienen que ver, directa o indirectamente, con periodismo.
Por eso será comprensible que me moleste cuando los medios más consolidados del país reportan de maneras bárbaras, simplistas, reduccionistas, parcializadas y renuncian al más mínimo grado de objetividad.
Para la muestra, un botón.
Semana publicó La burka y el fantasma de la diferencia.
El artículo trata sobre la nueva ley francesa que prohíbe a las mujeres portar el velo islámico en lugares públicos abiertos para demostrar su pertenencia a una fascistoide religión que promueve e incita al maltrato y la degradación de las esas -y todas las demás- mujeres.
La nota en general está bien, pero entonces aparece un párrafo que echa todo lo demás al cubo de la basura:
Lo cierto es que los líderes de estos países europeos han descubierto que la oposición al Islam basada en el miedo da réditos políticos. Y esto es algo que la extrema derecha ha sabido aprovechar muy bien. Marine Le Pen, la nueva presidenta del Frente Nacional, aseguró recientemente que "un poco más de bla bla bla sobre el Islam y lo laico, y pronto llegaré al 25 por ciento en las encuestas". El hecho de que ya lo haya logrado demuestra que la población europea también está siguiendo esta tendencia.
Por supuesto, Le Pen y su padre son unos fascistas de corte nazi, pero eso no tiene que ver con el islam. Tiene que ver con racismo y xenofobia.
Lo del islam es otra cuestión. Es sobre el multiculturalismo, esa fanática doctrina que busca exacerbar los etnocentrismos de todas las culturas no-occidentales pero le niega ese privilegio a quienes nos da ese capricho occidental de que los derechos humanos son universales y se aplican a todos los seres humanos sin importar si nacen en Arabia Saudita, Francia, la Antártida, Marte o Irak.
En esta noticia de opinión -impostura periodística donde las haya- me sorprendí al no encontrar esa palabra tan de moda y políticamente correcta: islamofobia.
Por cierto, islam se escribe con inicial minúscula, al igual que "cristianismo". A no ser que la noticia esté escrita en inglés, que no es el caso.
Con la llegada del Misoprostol al país, muchos enemigos de la libertad individual y misóginos consagrados están haciendo cuanto tienen en su poder para condenar a las mujeres a tener hijos que no quieren y a los que no pueden mantener.
Uno de esos es el abogado Luis Rueda Gómez.
Este tipo es un completo perdedor:
Demandó la nulidad de la sentencia C-355 del 2006 (que despenalizó el aborto en tres casos) y perdió.
Quiso recusar al magistrado Jaime Araújo Rentería cuando este era uno de los que se iban a pronunciar en la ya mencionda sentencia C-355 del 2006. También perdió. Su petición fue rechazada por impertinente. A diferencia de Rueda Gómez, sus compañeros de fanatismo e intolerancia sí consiguieron que Araújo Rentería fuera recusado.
Por si fuera poco, Rueda Gómez también quiso recusar al entonces Procurador General de la Nación -antes de que llegara Alejandro Ordóñez, ese descendiente ideológico de Torquemada con ínfulas de tinterillo-. Por supuesto, su petición no prosperó. La Corte Constitucional dijo que él no estaba legitimado para formular la recusación. Yo no creo que esté legitimado ni para escribir correctamente su propio nombre.
Sinceramente no puedo pensar en un abogado más inepto que este. Casi que me da lástima tenerlo de contrincante ideológico. Él seguramente se daría las mañas para defender a un hombre a todas luces inocente y mandarlo directamente al pabellón de la muerte (¡y aquí ni siquiera hay pabellón de la muerte!).
Por eso me parece muy chistoso -y poco serio- que El Tiempo lo haya entrevistado sobre la inclusión del Misoprostol en el Plan Obligatorio de Salud (POS):
Yo, que soy abogado y he estudiado el tema, le puedo decir que no hay una sentencia más monstruosa, jurídicamente, que la C-355. Los magistrados que la aprobaron violaron la Constitución en muchísimos aspectos. Violaron el artículo 11, que dice que el derecho a la vida es inviolable y no pone excepciones, violaron tratados internacionales que obligan a Colombia a respetar la vida desde la fecundación, como el Pacto de San José. Para mí, los magistrados cometieron prevaricato. La discusión también es científica, porque la Corte dice que no se sabe cuándo empieza la vida, y resulta que está perfectamente definido que la vida empieza en el momento de la fecundación.
Es que dice tantas cosas absurdas juntas que no sé ni por dónde empezar. Él dice que ha estudiado el tema, pero olvida mencionar que siempre que se ha acercado a la Corte Constitucional, le han negado lo que sea que haya pedido. Ni un vaso de agua habrá conseguido.
No creo que sea el mejor candidato para decidir si una sentencia es monstruosa. A él todas las sentencias le parecerán monstruosas. Al fin y al cabo ni entenderá de derecho.
Lo del Pacto de San José es una exposición sesgada. Existen muchísimos más pactos internacionales que promueven la salud sexual y la legalización del aborto. Cogerse de un Pacto cuyo articulado está siendo interpretado tendenciosamente no habla muy bien de su honestidad intelectual.
Aunque nada habla bien de la honestidad intelectual de este tipo. Ni siquiera hemos podido determinar que tenga siquiera algún umbral intelectual.
Investigando un poco más, me entero que Luis Rueda Gómez hace parte de una organización llamada Red Futuro Colombia, organización pro-vida, o sea, enemiga de la mujer, que insiste en el despropósito de que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Ehh, no: lo somos los individuos.
Eso ya arroja más luces sobre por qué insiste en que la vida empieza con la fecundación, lo cual es erróneo. No se ha determinado cuándo empieza la vida humana, en qué momento se empieza a ser persona.
Todas las propuestas son arbitrarias, incluso aquella que yo defiendo que afirma que se es persona tras haber respirado un instante después del nacimiento. Me gustaría saber en qué clase de pederasta en potencia se basa Rueda para decir que "está perfectamente definido que la vida empieza en el momento de la fecundación". Aunque una vez más, puede ser que se haya valido de su indecoroso nivel intelectual para hacer decir una mentira (una más, qué más da) basada en una afirmación gratuita.
También me enteré que da clases en las universidades Javeriana y Santo Tomás. Nunca me imaginé que esos centros educativos contrataran deshonestos intelectuales. Mi sentido pésame a sus alumnos.