Ayer hubo una marcha en Bogotá por la educación. Algunos quisieron hacerla ver como si fuera lo mismo que está pasando en Chile y forzaron similitudes inexistentes. No fue lo mismo que en Chile y no lo será.
Por varias razones:
En primer lugar, en Chile los estudiantes están informados, bien informados. Acá no.
Al Facebook de la Emisora de mi facultad llegó el siguiente mensaje:
Soy externadista y defiendo mi educación para la libertad y el acceso a la educación de todo el mundo -empezando por la enseñanza de la ortografía-, pero no soy idiota.
Mi despistado compañero se refería al artículo 15 del proyecto de ley, que establece unos criterios para indicar qué es una Universidad:
Vamos una por una:
Esto lo cumple cabalmente el Externado. Tan es así que toda la Sala Pitágoras está para los que ven todas las materias relacionadas y basadas en matemáticas. ¡¡Hasta hay un departamento de matemáticas!! Lo de no tener "medicina ni ingenierías" es una deducción hecha por alguien que no sabe leer.
Siguiente criterio:
Esto también. La Universidad Externado de Colombia está acreditada institucionalmente:
Sigamos:
En el Externado están las áreas de Ciencias Sociales, de Humanidades y de la Educación. Si mi profesora de Transición me enseñó bien, eso son tres.
Siguiente requisito:
Lo mismo. La Universidad cuenta con eso. De hecho, yo hago parte del semillero de investigación en Comunicación y Política de la Facultad. Incluso, la cantidad de centros de investigación de la Universidad superan el número de dedos de las manos.
¿Valdrá el Doctorado en Derecho, por decir alguno?
Por si fuera poco, la ley da un plazo de cinco años para hacer las reformas necesarias y que cualquier escuela de garaje se convierta en universidad:
¿Ya? ¿Tranquilos mis colegas externadistas?
Ahora, el gobierno Santos dijo que iba a retirar el articulado que establece el lucro en las universidades públicas. Se dice que está esperando que pasen las elecciones de octubre para volver a presentar el proyecto con el ánimo de lucro reincorporado. Puede que eso tenga cierta similitud con las protestas estudiantiles en Chile. Pero de nuevo, no es lo mismo.
Acá no saben hacer marchas pacíficas. De hecho no volveré a ir a una marcha hasta que no se hayan acabado los grupos terroristas. Ayer, cuando empezaba el camino de vuelta a mi casa tuve que cruzar por la Avenida Jiménez con Séptima. La marcha, que iba sobre la Carrera Séptima, tenía varios grupos de distintas universidades.
Aquí y allá pude detectar varios capuchos, esto es cobardes que tapan sus caras, se encapuchan, para cometer delitos e incitar a la violencia y se escudan en la población civil que quiere hacer una marcha legítima. Suelen estar en confabulación con las guerrillas terroristas y mientras los marchantes no estén dispuestos a sacarlos de sus filas y rechazarlos como miembros ilegítimos y no representativos de los intereses detrás de la marcha, que no cuenten conmigo.
Esos cabrones ayer se acercaban al grupo de policías ubicados con sus escudos plásticos -o de policarbonato- sobre la Séptima con Jiménez para lanzarles botes de pintura y provocarlos, para luego, salir a decir que existe la brutalidad policial -que existe, pero que ciertamente no debe ser provocada con la comisión de delitos, como el ataque a la autoridad-.
Tanto cruzaron la raya estos idiotas útiles del terrorismo, que a un grupo de estudiantes, esos sí valientes, mostrando su cara, le tocó ponerse entre los vándalos y la policía y pedir que la marcha transcurriera sin violencia. Mis aplausos para ellos.
En general, no es sabio atacar a la autoridad de la que depende la educación de uno. Sin embargo, ayer los imbéciles provocadores, cobardes, ensuciaban las calles y los edificios mientas cantaban en la cara de los policías "Somos terroristas" y trataban, con su inepta puntería, de asestarles un golpe con la pintura y de hecho los alcanzaron a golpear.
También me contaron que un estudiante de la Javeriana estaba tomando fotos con su celular. De la nada apareció uno de estos analfabetas funcionales, sacó un arma y encañonó en la cabeza al estudiante, le quitó el celular y volvió a desaparecer entre los manifestantes. ¡Hijueputa!
Lástima que sean tan cobardes de no mostrar su cara y de esconderse en medio de manifestantes pacíficos y legítimos. Si pudieran ser identificados, bien haría el gobierno Santos en no subsidiarles la educación a ellos y con ese dinero pagar la limpieza de la ciudad, que dejaron vuelta mierda:
Ciertamente a estos mentecatos les hace falta educación, mucha educación, pero no seré yo quien marche, como un robot, bajo falsos pretextos, para servirles de escudo humano a este tipo de imbéciles retrasados.
Por varias razones:
En primer lugar, en Chile los estudiantes están informados, bien informados. Acá no.
Al Facebook de la Emisora de mi facultad llegó el siguiente mensaje:
Hace 125 años nació el Externado y a través del tiempo a logrado permanecer buscando una EDUCACION PARA LA LIBERTAD; sin embargo, con el proyecto de reforma a la educación superior del gobierno esto cambiara .
1) El externado deja de ser UNIVERSIDAD y se convierte en un INSTITUTO DE EDUCACION SUPERIOR, es decir, que seras un profesional con un diploma emitido por un instituto similar a los de la CARACAS COMO EL INSTITUTO SAN JOSE, entre otros, esto por que el EXTERNADO NO TIENE medicina, ni ingenierias
2) el concepto de PERTINENCIA del proyecto busca la formacion de profesionales que le aporten a la productividad del país, en consecuencia, carreras como RESTAURACION, ARQUEOLOGIA -Unicas en el pais-, Y LA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES bandera de nuestros principios podrian desaparecer por NO ser consideradas pertinentes para nuestro PIB.
Por eso, PARTICIPA EN LA GRAN MARCHA EL PROXIMO MIERCOLES 7 de SEPT A lAS 11 AM. SOY EXTERNADISTA, DEFIENDO MI EDUCACION PARA LA LIBERTAD y TU? Pasalo..
Soy externadista y defiendo mi educación para la libertad y el acceso a la educación de todo el mundo -empezando por la enseñanza de la ortografía-, pero no soy idiota.
Mi despistado compañero se refería al artículo 15 del proyecto de ley, que establece unos criterios para indicar qué es una Universidad:
ARTÍCULO 15. La denominación de las instituciones guardará correspondencia con su misión, su vocación académica, el tipo de programas académicos ofrecidos, y la diversidad de áreas de conocimiento y campos de acción abordados por cada institución.
La denominación de “Universidad” se reserva para aquellas Instituciones de Educación Superior que demuestren ante el Ministerio de Educación Nacional el cumplimiento de las siguientes condiciones:
Vamos una por una:
a) Contar con cuerpos profesorales en ciencias básicas.
Esto lo cumple cabalmente el Externado. Tan es así que toda la Sala Pitágoras está para los que ven todas las materias relacionadas y basadas en matemáticas. ¡¡Hasta hay un departamento de matemáticas!! Lo de no tener "medicina ni ingenierías" es una deducción hecha por alguien que no sabe leer.
Siguiente criterio:
b) Contar con acreditación institucional.
Esto también. La Universidad Externado de Colombia está acreditada institucionalmente:
El Ministerio de Educación Nacional otorgó a la Universidad Externado de Colombia la acreditación institucional por 7 años, mediante resolución 4515 de diciembre 2 de 2004.
Sigamos:
c) Contar con programas académicos en por lo menos tres áreas del conocimiento.
En el Externado están las áreas de Ciencias Sociales, de Humanidades y de la Educación. Si mi profesora de Transición me enseñó bien, eso son tres.
Siguiente requisito:
d) Desarrollar investigación de alto nivel demostrable a través de grupos de investigación reconocidos en las dos categorías superiores definidas por Colciencias y por lo menos en tres áreas del conocimiento.
Lo mismo. La Universidad cuenta con eso. De hecho, yo hago parte del semillero de investigación en Comunicación y Política de la Facultad. Incluso, la cantidad de centros de investigación de la Universidad superan el número de dedos de las manos.
e) Tener por lo menos un programa de doctorado debidamente autorizado.
¿Valdrá el Doctorado en Derecho, por decir alguno?
Por si fuera poco, la ley da un plazo de cinco años para hacer las reformas necesarias y que cualquier escuela de garaje se convierta en universidad:
PARÁGRAFO 1°: Las Instituciones de Educación Superior que al entrar en vigencia la presente ley ostentan la denominación de “Universidad” deberán demostrar ante el Ministerio de Educación Nacional el cumplimiento de estas condiciones en el término de cinco (5) años o cambiar su denominación.
¿Ya? ¿Tranquilos mis colegas externadistas?
Ahora, el gobierno Santos dijo que iba a retirar el articulado que establece el lucro en las universidades públicas. Se dice que está esperando que pasen las elecciones de octubre para volver a presentar el proyecto con el ánimo de lucro reincorporado. Puede que eso tenga cierta similitud con las protestas estudiantiles en Chile. Pero de nuevo, no es lo mismo.
Acá no saben hacer marchas pacíficas. De hecho no volveré a ir a una marcha hasta que no se hayan acabado los grupos terroristas. Ayer, cuando empezaba el camino de vuelta a mi casa tuve que cruzar por la Avenida Jiménez con Séptima. La marcha, que iba sobre la Carrera Séptima, tenía varios grupos de distintas universidades.
Aquí y allá pude detectar varios capuchos, esto es cobardes que tapan sus caras, se encapuchan, para cometer delitos e incitar a la violencia y se escudan en la población civil que quiere hacer una marcha legítima. Suelen estar en confabulación con las guerrillas terroristas y mientras los marchantes no estén dispuestos a sacarlos de sus filas y rechazarlos como miembros ilegítimos y no representativos de los intereses detrás de la marcha, que no cuenten conmigo.
Esos cabrones ayer se acercaban al grupo de policías ubicados con sus escudos plásticos -o de policarbonato- sobre la Séptima con Jiménez para lanzarles botes de pintura y provocarlos, para luego, salir a decir que existe la brutalidad policial -que existe, pero que ciertamente no debe ser provocada con la comisión de delitos, como el ataque a la autoridad-.
Tanto cruzaron la raya estos idiotas útiles del terrorismo, que a un grupo de estudiantes, esos sí valientes, mostrando su cara, le tocó ponerse entre los vándalos y la policía y pedir que la marcha transcurriera sin violencia. Mis aplausos para ellos.
En general, no es sabio atacar a la autoridad de la que depende la educación de uno. Sin embargo, ayer los imbéciles provocadores, cobardes, ensuciaban las calles y los edificios mientas cantaban en la cara de los policías "Somos terroristas" y trataban, con su inepta puntería, de asestarles un golpe con la pintura y de hecho los alcanzaron a golpear.
También me contaron que un estudiante de la Javeriana estaba tomando fotos con su celular. De la nada apareció uno de estos analfabetas funcionales, sacó un arma y encañonó en la cabeza al estudiante, le quitó el celular y volvió a desaparecer entre los manifestantes. ¡Hijueputa!
Lástima que sean tan cobardes de no mostrar su cara y de esconderse en medio de manifestantes pacíficos y legítimos. Si pudieran ser identificados, bien haría el gobierno Santos en no subsidiarles la educación a ellos y con ese dinero pagar la limpieza de la ciudad, que dejaron vuelta mierda:
Ciertamente a estos mentecatos les hace falta educación, mucha educación, pero no seré yo quien marche, como un robot, bajo falsos pretextos, para servirles de escudo humano a este tipo de imbéciles retrasados.
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