Definitivamente este país es de lo más folclórico que hay. Una república bananera con ganas. Si hubiera un concurso a nivel internacional de republiquetas bananeras, Colombia se llevaría el primero, el segundo y el tercer puesto. Sin dificultad.
Pasemos a los hechos de una vez.
Primero, el exalcalde Samuel Moreno, exalcalde de Bogotá cuyo escándalo de corrupción se podía detectar desde Marte y hoy se encuentra detenido e investigado, decidió demandar al Estado por 180 millones de pesos:
¡Ahora salimos a deberle! No le pareció suficiente todo lo que se quedó de los contratos con los Nule y ahora viene a por más. ¿Se puede ser más descarado? Yo creo que sí. Miremos por ejemplo a los miembros el Congreso.
Resulta que el Gobierno ha desatendido la reconstrucción de Gramalote, un pueblo fue terriblemente afectado por el invierno de hace dos años.¿Y qué hacen los congresistas? Huelga:
No es como si los congresistas tuvieran jefes, o salarios injustos u horarios muy pesados. Es más bien al contrario: tienen horarios muy laxos y flexibles, hacen lo que les viene en gana y por cada seis meses trabajan menos de 30 días. Sí, lo de Gramalote es un error del Gobierno, por supuesto. Pero con tantos temas tan apremiantes en el país y en vista de que tan sólo tienen que asistir veintipico días al Capitolio Nacional, perder dos horas es perder mucho, muchísimo tiempo.
Al fin y al cabo, zánganos como son los congresistas y ese impresentable presidente de la Corporación, Juan Manuel Corzo. De hecho, ese club de personas con voraz hambre burocrática parece no cansarse nunca de los privilegios. Quieren más. ¿Y qué otro privilegio podrían pretender? Ahh, claro, blindar su fuero para evitar perder la investidura con la relativa facilidad con la que la pierden hasta ahora (que no es nada fácil, por cierto. Otra cosa es que usaron su puesto para hacerle recados a los paras):
¡Qué cómodos! "Ohh, sí, tengo una investigación penal adelantada por la Corte, pero sigo siendo un honorable parlamentario".
Ahí yo veo un claro conflicto de intereses y bien haría el ente encargado en abrirle una investigación a todos los sinvergüenzas que voten ese artículado (para eso sí no hacen huelga, ¿no?).
Pasemos a los hechos de una vez.
Primero, el exalcalde Samuel Moreno, exalcalde de Bogotá cuyo escándalo de corrupción se podía detectar desde Marte y hoy se encuentra detenido e investigado, decidió demandar al Estado por 180 millones de pesos:
El exalcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas interpondrá una demanda contra el Estado por los daños y perjuicios ocasionados por la sanción disciplinaria interpuesta por la Procuraduría General, en la que fue suspendido de su cargo por su participación en las irregularidades en el proceso de contratación en la capital de la República.
En los próximos días se realizará una audiencia de conciliación, en la que el exburgomaestre solicitará 180 millones de pesos como indemnización. De no llegar a un acuerdo Moreno Rojas presentará una demanda formal con el Estado por un monto aún no estipulado.
¡Ahora salimos a deberle! No le pareció suficiente todo lo que se quedó de los contratos con los Nule y ahora viene a por más. ¿Se puede ser más descarado? Yo creo que sí. Miremos por ejemplo a los miembros el Congreso.
Resulta que el Gobierno ha desatendido la reconstrucción de Gramalote, un pueblo fue terriblemente afectado por el invierno de hace dos años.¿Y qué hacen los congresistas? Huelga:
El presidente del congreso, Juan Manuel Corzo, acaba de anunciar que la plenaria del Senado de este miércoles parará por dos horas, hasta tanto el Gobierno no les envié a la corporación a alguien que responda por qué después de dieciséis meses no se ha ejecutado ninguna obra para recuperar Gramalote (Norte de Santander).
No es como si los congresistas tuvieran jefes, o salarios injustos u horarios muy pesados. Es más bien al contrario: tienen horarios muy laxos y flexibles, hacen lo que les viene en gana y por cada seis meses trabajan menos de 30 días. Sí, lo de Gramalote es un error del Gobierno, por supuesto. Pero con tantos temas tan apremiantes en el país y en vista de que tan sólo tienen que asistir veintipico días al Capitolio Nacional, perder dos horas es perder mucho, muchísimo tiempo.
Al fin y al cabo, zánganos como son los congresistas y ese impresentable presidente de la Corporación, Juan Manuel Corzo. De hecho, ese club de personas con voraz hambre burocrática parece no cansarse nunca de los privilegios. Quieren más. ¿Y qué otro privilegio podrían pretender? Ahh, claro, blindar su fuero para evitar perder la investidura con la relativa facilidad con la que la pierden hasta ahora (que no es nada fácil, por cierto. Otra cosa es que usaron su puesto para hacerle recados a los paras):
Los congresistas, en medio de la discusión de la reforma a la justicia, incluyeron un polémico artículo que promueve un 'auto-blindaje' para los legisladores, cuando están inmersos en procesos penales.
Pese a que varios exparlamentarios terminaron detenidos -principalmente por la parapolítica- y el desarrollo de los procesos se dio con la inmediata detención con la apertura de investigación formal, ahora buscan que sólo se dé esa privación de la libertad cuando exista sentencia condenatoria de primera instancia.
¡Qué cómodos! "Ohh, sí, tengo una investigación penal adelantada por la Corte, pero sigo siendo un honorable parlamentario".
Ahí yo veo un claro conflicto de intereses y bien haría el ente encargado en abrirle una investigación a todos los sinvergüenzas que voten ese artículado (para eso sí no hacen huelga, ¿no?).
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