Al parecer las monjas de EEUU, o al menos las de la Leadership Conference of Women Religious (LCWR) han sido chicas muy, muy malas. Y por supuesto eso no le gusta a sus amos mentales del Vaticano.
Por este motivo "las han llamado al orden", lo que es un eufemismo para ordenarles que vuelvan a ser sumisas ciudadanas de segunda clase:
Al fin y al cabo, ¿de qué sirve tener un club de sólo hombres si las mujeres del mismo no se comportan como esclavas, ni promueven la discriminación, que es una rúbrica propia del club?
Por este motivo "las han llamado al orden", lo que es un eufemismo para ordenarles que vuelvan a ser sumisas ciudadanas de segunda clase:
"El informe recoge posiciones no aceptables manifestadas en las asambleas anuales de la LCWR y posiciones de disenso sobre ordenaciones sacerdotales de mujeres, acercamiento pastoral a los homosexuales y afirmaciones de feminismo radical incompatibles con la enseñanza católica", precisó la Congregación.
Al fin y al cabo, ¿de qué sirve tener un club de sólo hombres si las mujeres del mismo no se comportan como esclavas, ni promueven la discriminación, que es una rúbrica propia del club?
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