Siempre me ha parecido que el licor, los cigarrillos y las drogas son el chivo expiatorio perfecto para hacer parecer que los gobiernos se preocupan por sus ciudadanos, lo que no es cierto.
En Australia, ya prosperó una medida restrictiva y ahora la Unión Europea quiere seguirle los pasos.
En el tema reinan la hipocresía y la doble moral. En primer lugar, está el lenguaje maniqueo de bueno/malo. Los Gobiernos no deberían decirle a los ciudadanos qué es bueno y qué es malo. Eso debe ser una decisión personal, no necesitamos de la condescendencia del Gobierno para decirnos cómo vivir nuestras vidas.
En segundo lugar, ¿por qué hay una discriminación entre la nicotina y el licor, y las demás drogas? ¿Qué hace que haya unos legales y los otros no?
En tercer lugar, si tanto les preocupan las muertes, que prohíban la religión - históricamente ha sido -y a día de hoy sigue siendo- la primera causa de muertes y sufrimiento en el mundo entero.
Pero que no vengan a decir que se preocupan por sus ciudadanos, siendo políticamente correctos y favoreciendo un estilo de vida por encima de los demás. No, yo no fumo pero yo no quiero que mi preferencia se convierta en ley, o se vea favorecida por el Gobierno.
¿Dónde queda la libertad para elegir?
En Australia, ya prosperó una medida restrictiva y ahora la Unión Europea quiere seguirle los pasos.
En el tema reinan la hipocresía y la doble moral. En primer lugar, está el lenguaje maniqueo de bueno/malo. Los Gobiernos no deberían decirle a los ciudadanos qué es bueno y qué es malo. Eso debe ser una decisión personal, no necesitamos de la condescendencia del Gobierno para decirnos cómo vivir nuestras vidas.
En segundo lugar, ¿por qué hay una discriminación entre la nicotina y el licor, y las demás drogas? ¿Qué hace que haya unos legales y los otros no?
En tercer lugar, si tanto les preocupan las muertes, que prohíban la religión - históricamente ha sido -y a día de hoy sigue siendo- la primera causa de muertes y sufrimiento en el mundo entero.
Pero que no vengan a decir que se preocupan por sus ciudadanos, siendo políticamente correctos y favoreciendo un estilo de vida por encima de los demás. No, yo no fumo pero yo no quiero que mi preferencia se convierta en ley, o se vea favorecida por el Gobierno.
¿Dónde queda la libertad para elegir?
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