Dentro de la continua satanización que las religiones hacen del sexo, del placer y de la lujuria, cada vez se inventan más formas para llevar a cabo apartheids sexuales. Esto por lo general significa amputarle libertades y derechos a las mujeres y reducirlas a ciudadanas de segunda clase.
Por eso han llamado mi atención las gafas para no ver a las mujeres que usan los judíos ultraortodoxos:
Es una ridiculez, pero en este caso son los mismos judíos los que se coartan su propia libertad. Es suya para hacer con ella lo que les venga en gana, así que aunque no comparto ni su filosofía, ni los extremos a los que llegan, aplaudo que esta vez decidan limitarse a sí mismos, en vez de imponerle sus ideologías a los demás.
(vía Friendly Atheist)
Por eso han llamado mi atención las gafas para no ver a las mujeres que usan los judíos ultraortodoxos:
Es la última receta para hombres judíos ultraortodoxos extremos que rehuyen el contacto con el sexo opuesto: gafas que enturbian su visión, por lo que no tienen que ver a las mujeres que consideran que se visten impúdicamente.
En un esfuerzo por mantener su estrictamente devoto estilo de vida, los ultra-ortodoxos han separado los sexos en los autobuses, las aceras y otros espacios públicos en sus barrios. Su interpretación de la ley judía prohíbe el contacto entre hombres y mujeres que no estén casados.
Las paredes en los barrios cuentan con señales que indican que las mujeres usen cuellos cerrados, blusas de manga larga y faldas largas. Los extremistas han acosado a las mujeres que ellos consideran que han burlado el código.
Ahora están tratando de mantenerlas fuera de la vista clara de una vez por todas.
Las "patrullas del recato" no oficiales de la comunidad ultra-ortodoxa están vendiendo gafas con pegatinas especiales que inducen el efecto borroso en sus lentes. Las gafas proporcionan una visión clara hasta unos pocos metros para no obstaculizar el movimiento, pero cualquier cosa más allá de eso se vuelve borrosa, incluidas las mujeres. No se sabe cuántas se han vendido.
Para los hombres forzados a aventurarse fuera de sus comunidades insulares, también se están ofreciendo capuchas y escudos que bloquean la visión periférica.
Las gafas se venden para el "módico" precio de $ 6 dólares estadounidenses.
Es una ridiculez, pero en este caso son los mismos judíos los que se coartan su propia libertad. Es suya para hacer con ella lo que les venga en gana, así que aunque no comparto ni su filosofía, ni los extremos a los que llegan, aplaudo que esta vez decidan limitarse a sí mismos, en vez de imponerle sus ideologías a los demás.
(vía Friendly Atheist)
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