A principios del 2013, Max, un inteligente niño de cuatro años inició su vida escolar en un colegio católico privado de Bogotá. Su madre siempre le ha inculcado verdaderos valores, como pensar por sí mismo y explicar el mundo de forma naturalista y científica. No es de extrañar que en mayo el colegio haya ascendido al pequeño de curso.
Pero ser buen estudiante no es suficiente para el colegio. Lo más importante es que se traguen el cuentico del amigo imaginario y Max no lo hace. Por eso, cuando se negó a ir a misa, lo torturaron psicológicamente y le hirieron el brazo. Su madre tuvo que dejar una reunión de trabajo para atender la indignación de las directivas del colegio:
Huella del amor cristiano |
Cuando llegue al colegio, mi hijo estaba sentado en un pasillo llorando amargamente y sin consuelo. Lo abracé y le pregunté "¿Qué te pasó, mi amor?"
"Mamita: esos señores dicen que soy un niño malo" y que por no haber entrado a la misa le dijeron que era malo y que si no obedecía lo que un sacerdote dice, ardería en el infierno por siempre y un cuervo le picaría el alma para siempre; y que por culpa de la mamá, que lo había guiado por el mal camino, se perdería en ese lago de fuego.
Él les dijo "Mi mamita me enseña todas las cosas útiles y prácticas en esta vida, señores" y por eso la profesora le dio ese pellizco en el brazo. Luego de que el niño me contó todo esto, ingresé a la oficina de las directivas y lo primero que les dije es "¡Cómo se atreven a ser tan abusivos de decirle cosas tan espantosas a un niño de cuatro años!" Le dije al sacerdote: "Mi hijo es una persona muy superior a ustedes con un IQ sorprendente, sólo cree en la ciencia y siempre he cultivado su mente".
El sacerdote me respondio: "Las mujeres que hablan como usted son las concubinas de Satán". Le lancé un bofetón y la profesora me alcanzó a agarrar la mano.
En ese momento, Max y su madre dejaron ese centro de adoctrinamiento y maltrato infantil, no sin antes experimentar una última dosis de cinismo:
Antes de salir de la institucion, me dijeron que mi hijo quedaba expulsado por la actitud tan irrespetuosa que tuvo ante las autoridades del colegio.
La madre de Max ya ha emprendido acciones jurídicas contra el plantel (motivo por el que no puedo divulgar el nombre) y apenas sepa algo más, estaré publicando actualizaciones. En este momento, saber que hay colegios para librepensadores les llega como anillo al dedo al valiente Max y su madre.
Como nota al margen, ¿qué piensan de 'ofender' a alguien diciéndole concubina de Voldemort?
_____
**Actualización: La Iglesia quiso sobornar a la madre para que retirara los cargos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.