domingo, 26 de abril de 2020

Escocia endurece ley de 'blasfemia' mientras pretende abolirla



A finales de la semana pasada, el gobierno escocés anunció que su ley de 'blasfemia' sería derogada, y las organizaciones laicas alrededor del mundo empezaron a celebrar la noticia.

Al parecer montaron la bestia antes de ensillar, porque el proyecto de ley con el que supuestamente se va a abolir el delito de blasfemia busca expandir las definiciones de los delitos de odio, y podría terminar enviando a la cárcel a las personas por tener ideas impopulares:

Este proyecto de ley tiene como objetivo hacer tres cosas. Actualiza las leyes existentes y reúne la mayoría de estas leyes en un solo proyecto de ley. También añade [categorías] a los grupos actualmente protegidos específicamente por las leyes de crímenes de odio.

Los tribunales penales pueden generalmente tener en cuenta cualquier prejuicio al condenar a una persona. Además, las personas están protegidas de los crímenes de odio a través de leyes específicas que se aplican.

Las personas están actualmente protegidas por leyes específicas sobre la base de:

• discapacidad
• raza (y características relacionadas)
• religión
• orientación sexual
• identidad transgénero

Este proyecto de ley añade la edad a esa lista y permite añadir el sexo en una fecha posterior.

El proyecto de ley crea un nuevo delito de incitación al odio contra cualquiera de los grupos protegidos cubiertos por el proyecto de ley.

El proyecto de ley también suprime el delito de blasfemia, que no ha sido perseguido en Escocia durante más de 175 años.

Esa frasecita de "incitación al odio" es particularmente peligrosa, porque una vez aprobado el proyecto de ley, bastará con que alguien se sienta insultado u ofendido por lo que alguien más dijo para que se configure la comisión de un delito de odio — habida cuenta de que un número no insignificante de creyentes no saben distinguir entre ideas y personas, y que creen que cuestionar su superstición equivale a atacarlos personalmente, no suena a que el delito de blasfemia fue abolido, sino a que más bien le dieron esteroides y lo disfrazaron de legislación antidiscriminación.

Lo que parece que el gobierno escocés hizo fue doblar la apuesta por abrirle procesos penales a personas que piensan cosas impopulares y tienen la temeridad de decirlas, incluso cuando esas ideas no acarrean un peligro inmediato o indirecto para ninguna persona o población particular.

Creo que se puede decir más fuerte pero no más claro que el problema con las leyes que castigan la blasfemia es que caen en la falacia de asumir que las palabras son violencia, y de paso le van amputando la libertad de expresión a quien piense diferente. Y este proyecto de ley hace precisamente eso, entre otras cosas.

No sé, la situación no está realmente como para echar globos, como parecen estar haciendo varios grupos humanistas con esta noticia.

(imagen: Nicolas Raymond)

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Publicado en De Avanzada por David Osorio

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