Una enfermera canadiense de 64 años de edad tendrá que aguantar durante todo un año dolores insoportables, con los que la agonía deja de ser un concepto para volverse la única realidad, para que el senado de Columbia Británica regule el suicidio asistido.
Y el arzobispo Michael Miller no lo puede soportar. ¡Qué sufra todo lo que le quede de vida!
Como odio a los cerdos como Miller, que despojan la vida de cualquier atisbo de libertad para imponer sus fascistoides preceptos a toda la sociedad. ¡Que se lo folle un pez! ¿Quién es él para intervenir en la política pública de Canadá?
Y el arzobispo Michael Miller no lo puede soportar. ¡Qué sufra todo lo que le quede de vida!
Michael Miller prelado de Vancuver pidió al gobierno de Canadá apelar la decisión de la Corte Suprema de Colombia Británica, que autorizó la aplicación de la eutanasia.
Esta decisión "refleja tristemente un punto de vista torcido de la igualdad de los derechos, que pone el acento sobre la autonomía en lugar de ponerlo sobre la dignidad humana y el valor de la vida", explicó en un comunicado el arzobispo Michael Miller.
Como odio a los cerdos como Miller, que despojan la vida de cualquier atisbo de libertad para imponer sus fascistoides preceptos a toda la sociedad. ¡Que se lo folle un pez! ¿Quién es él para intervenir en la política pública de Canadá?
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