lunes, 7 de octubre de 2013

Que Gramalote se pague su superstición



En el 2010, un desastre natural destruyó Gramalote.

Ahora, sus habitantes esperan que el Gobierno incluya la iglesia del pueblo en los planes de reconstrucción general:

La prohibición en la destinación de recursos para la ejecución y construcción de parroquias, templos o centros religiosos, ordenada constitucionalmente al Estado, es la razón que tiene divididos nuevamente al Gobierno Nacional y los damnificados de Gramalote, quienes reclaman la reconstrucción del pueblo con todas sus viviendas, bienes y espacios físicos con el que contaba la desaparecida población.

“La discusión con el Fondo de Adaptación ha sido y seguirá siendo como mesa que esto no es un tema, solamente, constitucional, si no también, es un tema cultural, de identidad y de raíces para Gramalote…”, expresó, la alcaldesa de Gramalote, Sonia Rodríguez.

A la señora Rodríguez (y a todo Gramalote, ya puestos) le vendrían bien unas clasecitas de derecho: Constitución mata costumbre.

Refresca ver que ocasionalmente Juan Manuel Santos respeta el mandato constitucional del laicismo - ojalá lo coja de costumbre.

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