Los católicos quieren censurar una exposición de arte:
El pasado 5 de agosto llegó un derecho de petición a la oficina de la historiadora Constanza Toquica, directora del Museo Santa Clara (Bogotá), en el que se le exhorta a impedir la realización de la exposición temporal Mujer en custodia, de la artista María Eugenia Trujillo. En esta, se presentarían una serie de custodias y relicarios (comprados en mercados de pulgas) intervenidos por la artista, quien puso una vagina tejida en el centro de las custodias, remitiendo a la tradición femenina del bordado conventual; una operación casi imperceptible a primera vista que permite poner en discusión el carácter androcéntrico y patriarcal de la sociedad colombiana. En el derecho de petición, Toquica fue amenazada con procuraduría, multas y cárcel.
La exposición se llevaría a cabo en el Museo Santa Clara del Ministerio de Cultura, una institución pública con carácter laico.
Dicen que la exposición injuria a los católicos como colectivo, lo que es ridículo, ya que el delito de injuria tipifica las imputaciones deshonrosas hechas contra otra persona, un ser humano individualizado. El bien jurídico de la honra, defendido por la ley, sólo es predicable de personas, no de colectivos.
La ley no protege sentimientos religiosos (¡y eso está bien!); protege la honra individual de los ciudadanos.
La ministra de Cultura Mariana Garcés ratificó la realización de la exposición y, a pesar de contar con el respaldo del Gobierno, el Museo publicó una respuesta que parece más una disculpa (!), como si hacer la exposición en todo caso estuviera mal o hubiera necesidad de justificarse.
En apoyo al arte, se inició una petición en Avaaz que rechaza este intento de censura, aunque la mejor manera de apoyar es yendo a la exposición —que fue renombrada como Mujeres ocultas—, que estará abierta al público del 28 de agosto al 28 de septiembre!
(Imagen: Revista Arcadia)
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