jueves, 29 de marzo de 2012

El ganador del Premio Templeton de este año es...

La Fundación John Templeton es el ícono por excelencia del acomodacionismo. Su principal misión es promover el "diálogo" entre ciencia y religión, lo que en palabras castizas y coloquiales significa que quieren que la Ciencia acepte la premisa de dios sin que esta haya sido probada (¿y qué puede ser más anticientífico que establecer una conclusión para luego ir a tratar de probarla?).

El caso es que la dichosa Fundación cuenta con muchísimo dinero que destina a promover la idea de que dios sí existe y a comprar consciencias de científicos poco honestos y sedientos de fondos. Pero no todo se lo gastan en eso. También existe el Premio Templeton, que se entrega anualmente a "una persona viva que haya hecho una contribución excepcional a afirmar la dimensión espiritual de la vida, ya sea a través de una idea, de un descubrimiento, o de alguna acción concreta".

Y a que no adivinan quién fue esa persona este año:


Durante décadas, Tenzin Gyatso, de 76 años, el 14º Dalái Lama - un linaje que los seguidores creen que es la reencarnación de un antiguo líder budista, que sería el epítome de la compasión - se ha enfocado vigorosamente en las conexiones entre las tradiciones de investigación de la ciencia y el budismo como una forma entender mejor y avanzar en lo que ambas disciplinas pueden ofrecer al mundo.

En concreto, anima a estudios científicos serios de investigación del poder de la compasión y su amplio potencial para abordar los problemas fundamentales del mundo - un tema en el núcleo de sus enseñanzas y una piedra angular de su inmensa popularidad.

Eso es torcer la verdad -y la ciencia- hasta dejarla irreconocible. Ese cretino impresentable del Dalái Lama es un patético ejemplo de ser humano cuya secta budista sólo puede ofrecerle al mundo lágrimas porque Tibet no siga siendo una dictadura feudal en la que él figura como amo y señor de todo.

Como si los diezmos que pagan idiotas útiles del tipo Richard Gere y Steven Seagal no fueran suficientes, ahora el lider de la superstición budista tibetana recibió una generosa infusión de dinero de 1,7 millones de dólares.

Y es que esa es la tradición de ese impresentable premio. Así como el Nobel de Paz, el Premio Templeton le ha sido otorgado a muchas grotescas e desabridas personalidades que creen que promover la ridícula e ilusa idea de "una dimensión espiritual" es ayudar de alguna manera al mundo. Así tenemos que lo han ganado la repulsiva Teresa de Calcuta y otros criptofascistas, mentirosos profesionales, que han sido o bien fundadores de sectas, o presidentes de seminarios.

(visto en Why Evolution Is True)

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