¡Rápido, vayan por las palomitas de maíz!
La iglesia anglicana afronta un problema demográfico. Cada vez más sus números están a la baja, y hay más personas sin religión que anglicanos en Inglaterra y Gales.
Y las cosas se les están pasando de castaño a oscuro — la semana pasada, el capellán de la reina Isabel II, Gavin Ashenden, renunció después de que se opuso a una lectura del Corán en la Catedral de Glasgow: