RedVer pediría cabeza de Roy Barreras

Tras conocerse que Roy Barreras prostituyó su curul para promover la agenda crisitiana, desconociendo el laicismo establecido en la Constitución y la jurisprudencia de la Corte Constitucional, la Red de Veedurías Ciudadanas (RedVer) perseguirá acciones legales contra el congresista, actual presidente del Senado (!):

Pablo Bustos, director de RedVer, espera que la Registraduría le entregue la certificación como congresista de Barreras para en los próximos días emprender una acción de pérdida de investidura ante el Consejo de Estado, donde las denuncias de Bustos ya han hecho rodar el fuero de Iván Moreno, Armando Pomárico, Norberto Guerra, Octavio Carmona, Emilio Martínez y Carlos Oviedo Alfaro, entre otros.

Las evaluaciones que se han adelantado sobre el comportamiento de Barreras apuntan, según la experiencia de RedVer, a que la acción que prosperaría con mayor certeza será la que se tramitará ante el Ministerio Público pues -considera Bustos- que “el senador Barreras incurrió, con dichos acuerdos, en incompatibilidades, pues al momento en que se suscribió el acuerdo tenía la calidad de parlamentario”.

En ese sentido, desde RedVer se señala que en este caso concreto no importa que se hayan cumplido o no los acuerdos a los que se ha hecho referencia, pues en este caso “se comprometió el ejercicio del cargo” que ya ostentaba Barreras. “Esto es violatorio del régimen disciplinario de los servidores públicos y del estatuto del Congresista”.

Yo veo un problema y es que el Ministerio Público está a cargo de Alejandro Ordóñez, esa reencarnación de Torquemada que despilfarra el dinero de los constituyentes para promover el más fascista de los catolicismos.

Por supuesto, como ateo y como portavoz de la Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotá, me alegra saber que la RedVer toma en cuenta las violaciones al estado laico para exigir que rueden cabezas. Es muy satisfactorio encontrar a alguien más dispuesto a hacerle frente a la corrupta e ilegal intromisión e imposición de las supersticiones en las políticas públicas.

(vía Luis Molina)