Angelino Garzón nos debe una disculpa

Hay un sencillo concepto que prohíbe que el Estado y sus agentes en ejercicio del cargo promocionen una superstición. Se llama separación entre las iglesias y el Estado. Aunque parece ser que eso no lo tiene tan claro el vicepresidente Angelino Garzón.

Al conocer la noticia del cáncer de Chávez, Garzón puso en Twitter:

Le ruego al Señor de los Milagros de Buga que proteja y le de pronta salud al Presidente de la hermana República de Venezuela Hugo Chavez

Que él tenga su amigo imaginario, vaya y venga. Que le ruegue lo que sea que le ruegue, en privado, vaya y venga.

Pero que use los medios de comunicación que tiene a su disposición para comunicarse con los ciudadanos a los cuales representa para promover una idea religiosa, la que sea, está mal. Va en contra de la Constitución que establece que Colombia es un Estado aconfesional, es decir, laico, secular.

Para aquellos listillos que digan que el Twitter es personal, que tengan la amabilidad de explicarme por qué entonces la imagen de fondo del Twitter 'personal' de Garzón es una que hace referencia a su cargo como vicepresidente, por qué además su cuenta de Twitter señala como su página personal la de la vicepresidencia y por qué además, en esta última se puede leer y rastrear el timeline de Garzón.

Él no puede, en ejercicio de su cargo, como lo es el uso que le da a su Twitter, ponerse a propagar ideas y nociones religiosas, pues está investido para representarnos a todos los colombianos y no puede, por más que su personalísima e íntima convicción sea en dicho sentido, expresar ni favorecer convicciones de tal o cual secta.

Que presente disculpas a todos los colombianos que no profesamos creencia alguna hacia el Señor de los Milagros de Buga y en el futuro se abstenga de favorecer sus inclinaciones personales mientras ocupa la oficina de la vicepresidencia. Si le queda grande hacer esa sencillísima distinción, requisito del cargo, bien haría en presentar su renuncia y ponerse a predicar lo que le venga en gana.